Guardián de la tierra: La estrella pop

Guardián de la tierra: La estrella pop

Ricky

29/10/2020

Ok, ¿Cómo les cuento esto?

Hola, soy Adrián, el guardián de la tierra, o al menos eso me dijeron que era; ¿Ustedes creen en el amor ?, ¿Creen que el hecho de que dos personas puedan estar juntas por algo en sus mentes, algo que genera un sentimiento inexplicable pueda existir?

Saben, hoy les voy a contar una historia un poco loca, una historia un poco confidencial así que no le digas a nadie, ¿sí?

Veamos, empecemos por un resumen de lo que soy; hace mucho tiempo yo era un chico muy normal y de pronto obtuve una especie de poderes sobre el planeta, poderes que me hacen controlar muchos elementos y cosas, puedo volar, puedo controlar el clima, puedo entender cualquiera de los idiomas de este planeta la cual quizás sea mi cualidad más curiosa, y bueno, muchas más cosas que mi escritor seguramente les dijo cuando conocí a Darcy.

El hecho es que yo estaba ahí con 22 años, teniendo estas cualidades y sin saber realmente que hacer, el mundo era muy grande; las personas realmente no me importaban mucho, no soy un superhéroe, no soy Superman, ni Spider-Man, ni ningún tipo de héroe de la justicia, nunca me consideré así. Hasta ese momento yo tenía muchas dudas, quería simplemente ser una persona normal, trabajar, darle una casa a mi madre y tal vez tener una novia, jaja.

Un día salí de mi habitación para ver un poco el mundo nocturno desde el cielo, y es aquí donde empezó todo; estaba sobrevolando la ciudad y me acercaba a un estadio, había luces y música, pensé que estaban jugando un partido de futbol o algo así, tuve un poco de curiosidad y me acerque por la cubierta, aterrice ahí asegurándome que nadie me vea y me deslice para ver qué era lo que pasaba.

Cuando me acerque al filo de la cubierta y vi hacia abajo, vi un ángel, la chica más linda que jamás hubiese conocido, estaba cantando y yo no la escuchaba, la veía como bailaba en cámara lenta, su pelo era rubio un poco corto y se movía al ritmo de su andar, su ojos eran azules y sus labios muy rojos, en todos mis años y por todo lo que había pasado, era la primera vez que estaba en shock.

Salí de ahí solo con un objetivo, conocerla, solo pensaba en eso; durante los siguientes días me puse a investigarla, quería saber todo de ella, y sobre todo donde vivía; para mi sorpresa vivía en una residencia muy grande que quedaba a un par de horas en autobús, pero era muy difícil entrar, sus seguridad era demasiada, tenía guardias por todas partes, incluso para ir al supermercado, al parecer era una estrella pop muy conocida, y pues de hecho había ganado varios premios.

Pensé que era imposible, que solo me estaba ilusionando y que la estaba idealizando demasiado; al siguiente día pasé todo el tiempo pensando en si debía o no ir, a ver, pensé en varias cosas, había como concursos que debías hacer para conocerla y tomarte fotos con ella, pero era más fácil ganarme la lotería, y eso ya era demasiado jaja.

La única opción que tenía era usar mis cualidades, pero no sabía cómo; era viernes ya y me decidí que para el domingo tenía que ir, así que empecé a idear un plan, tomaría el autobús el sábado por la noche, iría hasta el conjunto de residencias y esperaría hasta la madrugada del domingo para volar hasta el techo de su casa y esperar a que asomara.

Así que eso hice, fui y espere todo nervioso a que ella salga; eran ya las 10 de la mañana y entonces salió por el jardín trasero de su casa a tomar el sol; les juro era la chica más linda que veía, y otra vez esa parálisis estúpida por los nervios, no me dejaba moverme bien, solo podía mirarla.

Luego de unos minutos me decidí a bajar, y seguramente ustedes esperarían que bajase bien, pero estaba muy alto como para saltar, a parte no sabía si el viento iba a responder bien a mis pensamientos por que literalmente no me salían las ideas. Bueno, con la poca conciencia que tenía logre que el viento me impulsara un poco, pero me impulso tanto que fui disparado hacia su piscina y caí ahí, hice la entrada más estúpida que un hombre haría para conocer a una chica.

El chapuzón hiso que me regresará a ver.

– Pero que carajos – dijo y se levantó para ir a verme.

Fue directo a la piscina sin preocuparle si era un intruso o no, y se puso en el filo para darme la mano e intentar sacarme.

– Quien eres tú? – me dijo mientras me sacaba de la piscina.

(Adrián) – Hola, mi nombre es Adrián, disculpa por haber caído en tu piscina – le dije todo nervioso, mientras me llevaba a una silla.

– Ven por aquí, y si, luego me dirás como hiciste eso.

(Adrián) – ¿He, señorita va a llamar a sus guardias verdad?

– Si efectivamente, no te puedes quedar aquí, no sé ni de donde viniste, y, por cierto, eso tienes que decirme, ¿eres alguna clase de fan o algo así?

(Adrián) – Esta bien, mmm, no señorita no soy fan suyo, solo estaba limpiando y caí en su piscina.

– Y quien te contrató, porque yo no recuerdo haberte visto.

(Adrián) – Hoy llegué señorita, vine solamente a limpiar su piscina.

– Ha si, tenían que venir a limpiarla, pero me dijeron que vendrían mañana lunes.

(Adrián) – Si, pero pues tuve tiempo hoy, y pues aquí estoy.

– Ya veo, toma esta toalla.

– Mi nombre es Sofía, por cierto.

(Adrián) – Mucho gusto señorita Sofía.

Me vio y sonrió un poco, sus ojos eran muy brillantes y su voz muy dulce.

(Sofía) – Muy bien, no llamaré a los guardias porque luego te corren, termina de secarte y sigue con lo que estabas haciendo, iré adentro.

Quede totalmente impactado por su belleza, quizás por eso era tan famosa; ¿me había enamorado ?, no sabía con exactitud.

Luego de eso hice que toda el agua que me empapaba se concentre en una sola burbuja en la palma de mi mano y la arroje a la piscina de nuevo, la limpie como ella quería, y la purifique ya que tenía demasiados químicos.

Saben, ella era una chica muy famosa, tenía muchos conciertos, al igual que pretendientes y eso me bajaba los ánimos, no se fijaría nunca en alguien como yo, ¿o sí ?, quien sabe.

No volví a ir a su casa por aproximadamente 2 meses, hasta que supe que empezaría una gira, iba a ir por varios países y para eso estaban contratando guardaespaldas, así que hice las pruebas, fui y logré entrar, el contrato solo era durante la gira, tenía que estar cerca de ella y tenía que cuidarla mientras estaba en el escenario hasta su camerino y cuando ella saliese a centros comerciales o cosas por el estilo.

Así que ahí estaba yo, cuidándola, admirándola, viendo como cantaba y bailaba. Durante los conciertos había una parte en la que lanzaban fuegos artificiales así que se me ocurrió que talvez podía ayudar con eso, cuando los fuegos artificiales se encendieron hice que apareciese luces en diferentes lugares entre el público que se elevaban y los cubrían con ondas de luz brillantes de diferentes colores; es un proceso químico que se puede elaborar con minerales de la tierra, sin embargo eso la asusto, y al público también, corrió detrás mío y la lleve hacia los camerinos, la gente salió del estadio en donde estábamos; en las noticias sospechaban de atentados, pensaron que era algo malo y cancelaron la gira; fue mi culpa.

Durante toda la noche antes de regresar a casa me quede afuera de su habitación resguardándola, ella lloraba, era la primera gira internacional que hacía y lo arruine, me sentí muy mal, pero no podía hacer nada.

En un momento durante la noche ella me llamo, me dijo que entrase.

(Sofía) – Oye, tú eras el chico que fue a limpiar la piscina verdad – me dijo mirándome fijamente a los ojos.

(Adrián) – Así es señorita.

(Sofía) – Adrián?

(Adrián) – Si

(Sofía) – Y por qué me estas siguiendo?

(Adrián) – A qué se refiere.

(Sofía) – No creas que no me di cuenta ese día, caíste del techo; ya dime quién eres.

(Adrián) – No puedo.

(Sofía) – Por qué?

Me quede un silencio un momento viéndola.

(Adrián) – Puede que no lo entienda.

(Sofía) – Pues dímelo, si no me lo dices no lo sabré

(Adrián) – Señorita, siéntese por favor.

(Sofía) – Ok

Se sentó en el filo de su cama y yo tome una silla para ponerme frente a ella.

(Adrián) – Pero prométame que nunca le dirá a nadie de esto – le dije mientras la miraba casi sin pestañar.

(Sofía) – Está bien – me dijo con un gesto un poco arrogante.

Desvié mi mirada un poco.

(Adrián) – Escucho sobre 60 hombres que aparecieron en las costas de Brasil si razón hace dos meses?

(Sofía) – A si, esa noticia fue muy famosa, dijeron que un hombre del cielo los había llevado hasta ahí.

(Adrián) – No fue muy falso la verdad.

(Sofía) – Que quieres decir?

(Adrián) – Yo era ese hombre

(Sofía) – Que? – me dijo un tanto incrédula.

(Adrián) – Si señorita, ese día no estaba limpiando su piscina, fui a su casa y estuve en su techo durante toda la noche, quería verla.

(Sofía) – Voy a hacer como que no escuche eso, ya dime la verdad.

(Adrián) – Es cierto.

(Sofía) – Y como me lo demostrarías?

(Adrián) – Míreme a los ojos – le dije mientras la tomaba de las manos y hacía que se ponga de pie.

Con el viento la levante un poco, tal vez unos diez centímetros del suelo.

(Sofía) – Que?, ¿por qué ?, que estás haciendo ?, ya bájame. – me dijo asustada y tanto alterada.

La bajé lentamente y la solté de las manos.

(Adrián) – Perdón por arruinar su gira, ya me tengo que ir – le dije mientras me acercaba a su balcón.

(Sofía) – Escucha, no te vayas.

(Sofía) – En verdad me acabas de sorprender mucho, porque no te quedas y les diré que te contraten como mi guardia personal, nadie sabrá quién eres en realidad.

Voltee un poco mi cuerpo y la mire.

(Adrián) – No, muchas gracias por la oferta; la estaré cuidando, créame, cuando vea las luces nuevamente significara que estoy cerca de usted señorita, algún día nos volveremos a ver.

Ella ya no dijo nada, y yo me fui por el balcón de su habitación, volví a mi hogar.

Saben por qué no le dije que me gustaba ?, porque a veces es mejor así, a veces es mejor que esos amores platónicos queden como eso, muchas historias no están hechas para escribirse, solo debes aceptar que es lo mejor que puedes hacer y que la muestra más grande de amor por alguien es dejarla libre, dejar que viva así, en tu corazón.

Al día de hoy aún la visito en sus conciertos, la veo desde lejos con la esperanza que aún me recuerde un poco, y ella sigue ahí, tan linda, tan llena de energía, una estrella como ninguna.

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