A LA MUERTE DE MI MADRE
I
Mi corazón afligido llora de pena,
al verte madre, triste y angustiada,
por todo el sufrimiento que invadía
los últimos años tu cuerpo y alma.
II
En las penas y en la desesperación,
siempre recordaré esa dulce sonrisa,
apagando toda llama de sufrimiento
que inundaba nuestro corazón.
III
Serás para mí ese rayo de luz
que ilumina la noche oscura,
y todo mi consuelo y alegría
en días de llanto y amargura.
IV
Recuerdo con nostalgia
esas dulces caricias,
al despertar de niño
con toda ilusión y cariño.
V
Ahora que a mi lado ya no estás,
siento que me invade la soledad,
sólo me reconforta al recordar
tu infinito amor y toda tu bondad.
VI
Tu recuerdo siempre morará
en lo más profundo de mi alma,
jamás en la vida te olvidaré
y de corazón siempre te amaré.
VII
Esta vida terrenal es pasajera,
la muerte no es el final del camino,
sólo la llave que nos abrirá la puerta
a otra vida celestial encantadora.
VIII
Su creencia me alivia la pena del alma
generando gran ilusión en mi corazón,
soñando poder encontrarnos en ese paraíso
para disfrutar de la felicidad eterna.
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†
Autor:
Fidel Tello Costero
26-10-2020
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