¿De qué sirven los tibios besos del sol?
Sucia nieve, como una mujerzuela te arrastras en el lodazal.
Ya no eres la prístina muchacha que antes fuiste.
Te han llevado por andurriales y callejones oscuros.
¿Por qué esa cínica sonrisa?
Indigna eres vendiéndote
al primer postor, y lo sabías.
No has podido tapar el sol con el dedo y ahora,
Por tu culpa aparecen
los charcos sospechosos,
la barriguitas hinchadas,
los baches indigentes
los ojos azorados,
el bienestar engañoso,
la olla vacía,
el frío cortante,
y el clamor seguirá.
los harapos indecentes,
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