Abrazos y besos suspendidos por un lapso de tiempo necesario, un lugar de mi recuerdo que en ti nace y a tu presencia honra.
Confío en que volvamos a encontrarnos para darnos vida nuevamente, amarnos como merecemos y no de este modo injusto y miserable que nos obliga a separarnos.
Queda conmigo por siempre tu espíritu libre de un cuerpo fatigado saturado de azúcar.
Quiza tengamos laosadía de poder cambiar los roles, para saber que se siente haber sido inexplicablemente hostiles y cobardes. Cómo pude no entender, cómo pudiste abandonarme.
Conversar lo que haga falta, lo que faltó, lo que no escuché y no escuchaste, que volvamos a explicarnos lo que no se entiende, que nos enseñemos lo que no se sabe.
Cuando nos volvamos a ver jugaremos al truco y a los dados, haremos rompecabezas que nos detonen los sesos, iremos en bici a la plaza y nos hamacaremos de pie hasta que la luna nos siente.
Prometo leer más de lo que vos leíste,  todas esas veces que nos hizo falta,  para entretenernos, para evadirnos, para poder recordarnos en cada lectura, en cada palabra. Los dictados serán más cortos y las historias serán mas largas, calcaremos mapas nuevos con muchos ríos y montañas, los días serán de campo y las noches animadas de recetas y de música.
La gracia de transferirme tu don completo agradezco, la pureza de tu alma que me imprime lo que escribo, tu sensibilidad extrema que tomé solo una parte por temor a la experiencia manifiesta en tu existir. En estas huellas de amor que se asoman en mi piel que siguen las coordenadas hacia donde nos lleve el sol y las caricias tibias de tus  manos tiernas. Hoy tu mente late lento, el aire mundano cada vez importa menos, los sentidos se sumergen y te miro desde adentro como tenue luz de llama viva   de regreso hacia tu tierra, una casa florecida en una aldea cercana a las rías de Pontevedra. Haremos tu empanada gallega única y exquisita, beberemos cerveza helada, comeremos almendrado y seremos más amigas, madre e hija o como quieras.