EL JUEGO DE VIVIR
El rodar de los días,
constante caer
desde colinas
a la sombra.
Aquel que torna
en años lo absurdo,
y en tonto juego
el vivir.
Apenas tibias huellas,
rastrojo de horas
perdidas
en ningún camino.
Si tan solo un segundo
fuera nuestro,
tendría entonces
razón y sentido.
Un instante imploro
al tiempo,
un maldecido verso
en despedida.
ERML
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