Crack and Click

Crack and Click

Rosendo

13/10/2020

Desde las ventanas de aquel altillo irrelevante el mundo se veía poca cosa. Agotado por el exceso de trabajo que nunca arrojaba los frutos , aquella tarde gris fuel momento donde su cabeza hizo un crack y luego un click.

La llovizna golpeando insistentemente sobre los vidrios de la puerta fue como un llamado a la acción .Gotas disfrazadas de luciérnagas de colores copiaban los colores de las gigantescas pantallas led montadas en lo alto de los edificios.

Desparramado sobre un enorme sofá observaba como las pequeñas gotas al pegar contra los vidrios quedaban inmóviles sobre el cristal. Luego con la complicidad de otras iban tomando volumen . Permanecer allí se iba tornando en una situación cada vez mas pesada e insostenible. La idea de partir tomó fuerza e inminencia.

Mientras observaba la dinámica de esas gotas sobre el vidrio, pensaba en que destino le depararía el destino a esas gotas, imaginaba el mar, un rio, nubes, nieve de montaña e inevitablemente una larga , atrapante y quizás difícil travesía de por medio. Sabía que para esas gotas llegaría sin dudas el momento de fluir, huir, de partir.

La evidencia no se hizo esperar. Una mínima gotícula en suspensión fue suficiente para vencer esa tensión superficial que sostenía la quietud. Tras unos primeros zigzagueos lentos, largarse hacia abajo en una veloz carrera, fue un asunto impulsado por fuerzas de lisa y llana gravedad, la misma gravedad que muy a menudo a muchos nos hace tener los pies sobre la tierra.

La travesía de esas gotas sería , un ir del vidrio al piso, de allí a un pluvial y luego a un oscuro canal subterráneo que con suerte la arrojaría a un rio o mar abierto. Arrollada por las olas el sol la elevaría a la pureza y la pondría sobre nubes que luego la arrojarían sobre verdes selvas tropicales, grises junglas de cemento , blancas nieves de montaña, transparentes mares de ensueño u oscuras ciénagas de pesadillas urbanas. Condenada a los excesos y a los defectos del hombre , sin garantías de pureza caerían como un ángel bendito del cielo o brotarían del suelo como un demonio, contaminadas. Algunas veces mojarían y harían fecunda la tierra, otras matarían, ahogarían, destruirían con inundaciones y no tendrá piedad por nada. Algo no harían seguro: fluir dos veces por un mismo cauce.

La comodidad del sofá se empezó a sentir molesta. Se sentó, estiró sus brazos, miró a un lado y a otro, tomó el control, le dio play a la música y se dirigió a la ducha.

Mientras la lluvia caía con fuerza sobre sus ojos cerrados en el aire sonaba «Red Right Hand» donde Nic Cave sugería que tomara un paseo hacia las afueras de la ciudad, cruzara las vías rumbo al viaducto, atravesara el agrietado puente y esperara bajo la tormenta que se avecinaba, la llegada de alguien que le devolvería la esperanza de poder lograr los sueños destruidos durante toda su vida.

Sintió que su vida había sido como una gota de agua atrapada en un viaducto sin nunca haber llegado al mar, ni a las nubes ni a la cima de ninguna montaña.

Salió de su casa, el agua seguía cayendo sobre su rostro, pero ahora eran gotas de lluvia que caían suavemente del cielo.

La tormenta había llegado. Era hora de ir en busca de sus sueños.



Enlace de Youtube con música de Nic Cave :    NIC CAVE – RED RIGHT HAND


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