Una lapida.

   La cálida mañana iluminada por un sol más bien tenue; se convirtió en el escenario de aquel tan esperado encuentro entre los dos enamorados. Era su primer encuentro, sus cortas edades le daban al encuentro un momento emotivo y lleno de expectativas, parecía que todo un universo se abría paso ante ellos, eran por cierto emociones encontradas, que la vida les brindaba, su aspecto juvenil sus rubios cabellos, todo se conjugaba camino a la felicidad eterna, pasaron horas tras horas como cautivados entre sí, él solo atinaba a tomarla de la mano y contemplar su rostro cargado de belleza, no entendía por qué pero fueron pocas las palabras que pudo expresar ese día, sentía que su corazón latía intensamente, de repente la toma suavemente de la cintura y sus labios se unen torpemente. Todo sucedía tan rápido que ninguno de los dos vio el precipicio que como un gigante dormido bostezaba adormecidamente. La colección de mariposas lucia profundamente colorida debido a las diferentes clases de mariposas multicolores que en ella había, a lo largo de la galería Lucrecia recorría principalmente las colecciones de mariposas, puesto que le llamaban demasiado la atención la multiplicidad de colores y las distintas variedades que se podía observar. Además, la hacían recordar su infancia cuando junto con sus amigos solían recorrer las extensas praderas y sus mantos de flores silvestres, había cientos y de distintas variedades cuantos lindos recuerdos pensó.Eran alrededor de las 3 de la madrugada cuando el ensordecedor sonido del teléfono la despertó, al recibir la noticia no sabía que pensar estaba verdaderamente atónita y le pedía a Dios que solo fuese un sueño pero la abrupta realidad estaba allí había estallado en sus oídos su mejor amiga desde su temprana infancia había caído a un precipicio junto con su novio de la manera más ridícula, no quería seguir pensando, ya que la tristeza la envolvió y apenas podía moverse, cuando salió de la ducha solo atino a beber un café y comenzó a hacer una serie de llamadas telefónicas. Quería estar segura de que esta no era una cruel pesadilla, sin embargo tristemente la noticia le fue confirmada, ya nada se podía hacer, esta no era una pesadilla pero repentinamente vino a su mente un horrible sueño que había tenido hacia unas cuantas semanas atrás y era precisamente acerca de la construcción de una serie de lápidas, si bien el sueño no era de lo mejor lo extraño fue que se encontraba discutiendo con dos individuos y la cuestión central era la construcción de una lápida, precisamente para su amiga del alma, hacían días atrás.
De mi autoría.
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