Dicen por ahí que no se puede amar a varias personas a la vez, pero por experiencia propia sé que si se puede, con diferentes intensidades, por diferentes motivos, pero si se puede amar a varias almas a la vez, aquí les dejo una muestra de esto.
Soy una mujer de 36 años que ha vivido muchas historias románticas y otras no tanto, siempre digo que la lectura ha hecho que todas mis relaciones, tanto de amor como de amistad hayan sido tan importantes para mí, en todas ha habido algo que me hace escribir cartas a las personas que han sido más significativas en mi vida.
He aquí algunas de las más importantes, espero que al leerlas puedan sentir lo que quería decir y lo que yo misma sentí en el momento en que fueron escritas.
Alejandro…
Un hombre sensual, pero no en él clásico estilo sensual, no por lo guapo que también es importante y él es hermoso, es sensual por su cerebro, un tipo inteligente, educado y lindo, siempre con ganas de seguir educándose, estudia, trabaja, tiene tiempo para su familia, amigos y aún, de vez en cuando para mí, cuando lo conocí fue el segundo año de mis estudios universitarios, es algunos años mayor que yo, pero confieso que siempre me han gustado los hombres mayores, sus compromisos no aminoraban sus ganas de verme y mantuvimos una relación corta pero intensa, y ahora 16 años después tenemos una relación un poco fuera de lo común que poco a poco, por medio de estas cartas se darán cuenta de lo que nos une realmente y lo que nos hace no poder separarnos.
Ésta carta fue escrita por la pasión que éste hombre inspiró en mí, era una mezcla de pasión y cariño que nunca he podido explicar.
CARTA A ALEJANDRO
Anoche he soñado contigo, como suele pasarme, solo que ésta vez ha sido diferente, los anteriores han sido de ese tipo de sueño en los que sabes que soñaste algo divino pero al despertar completamente no puedes recordarlo todo, hay cosas confusas y al pasar el día lo olvidas.
Éste fue tan vivido que ha sido imposible borrarlo de mi mente, y quiero compartirlo contigo.
Estaba en una habitación en la que apenas empezaba a alumbrar la luz del día, al mirar con atención te distinguí sobre la cama, así de bello como lo has sido siempre, me acerqué a ti y levante la mano para acariciarte, tocaba la piel de tu pecho embriagándome en su textura, cada vez más mis dedos enloquecían lentamente. Es sorprendente como lograba tener por la mano las sensaciones de mi boca. De pronto el sol entró a la habitación y daba justo en tu pecho, sentí el calor que te tocaba en el dorso de mi mano, había una sombra que se extendía sobre ti y se deslizaba por tu cuerpo conforme se deslizaba el sol en el horizonte, parecía que tú sentías su caricia más que la mía, era tan acompasado su movimiento que me quedé observando como reaccionabas a su vaivén.
De pronto me daba cuenta de que mis manos ya no podían alcanzarte, cuando quería acercarme a ti había una sombra nueva que me detenía, me dolía aceptarlo, pero tenía que convertirme en sombra para tocarte realmente, tenía que transformarme para ti, a la medida de tus deseos más profundos que deseaba cada vez más descifrar.
Delante de mí desaparecías, y la angustia que sentí era enorme, te buscaba por la habitación cuando entraste, con esa sonrisa de ensueño iluminando tus ojos y tu rostro por completo, te acercaste a mi como si vinieras muy cansado y de muy lejos, se escuchaba música muy bajo y pensaba en el mapa que guía mis manos sobre tu cuerpo, ese mapa que es invisible y que percibo cambiante, y en tu voz que gime o respira hondo cuando me orientas o desorientas mientras viajo por tu piel, cuando la voz de tu deseo se levanta poderosa y se mete en todos los sonidos que existen.
Acerqué mi boca llena de deseo a ti, a esa parte de ti que sé que te enciende cuando la beso, cuando respiro en ella, es tan agradable ese calor, que me pierdo en ese momento, en ese sabor que me parece tan adictivo, un proceso lento y acompasado es el que debo seguir para hacerte sentir placer, ese placer que te llena y a la vez me llena, toco y huelo en ti lo que tantas veces no se ve, a tientas te buscan mis manos y mi boca tampoco mira.
Sentiste un placer inexplicable y yo quedé satisfecha de ser quien lo provocara, y cuando al fin desperté me sentí extasiada, con cada vez que estamos juntos vamos formando un jardín en el que pongo mi pasión, y en el que no quiero planear más allá del primer paso en él.
Si tus deseos son cambiantes quiero cada día ser una soñadora diferente en tu jardín y trabajar en él aunque inmediatamente me pidas que emprenda otro camino, no sé si sea más grande el deseo que me consume por tenerte o la satisfacción cuando por fin te siento dentro de mí, cuando tu calor y el mío se unen en ese momento en que el sexo se vuelve lo más importante en mi universo, lo que si tengo claro es que cumples y pasas todas las expectativas que me formo de ti, y que en lugar de calmar mis ansias me dejas más marcado el deseo por ti.
Damian…
A éste chico lo conocí cuando terminé mi relación con mi ex esposo, que es el padre de nuestro único y hermoso hijo, tenía tres años separada cuando llegó a mi vida, arrasando con su forma de ser, es alegre, dinámico, gracioso, y lo mejor de todo es cariñoso, tiene defectos que saltan a mi vista y que hicieron que toda nuestra historia quedara inconclusa, al igual que mis propios defectos que nunca he ocultado, soy transparente con él, eso también hace imposible una relación amorosa entre nosotros, pero no una amistad que ha aguantado años con malos humores, malos ratos, mentiras, que nunca son mentiras realmente porque nos conocemos tanto que sabemos cuándo mentimos y al final siempre terminamos diciéndonos la verdad, él ha visto desfilar a mis amores y desamores y yo los suyos, aunque a veces nos duela porque lo que sentimos el uno por el otro nos hace desear que las cosas hubieran sido diferentes para poder estar juntos, pero agradezco tenerlo en mi vida como amigo incondicional.
CARTA A DAMIAN
Querido Damian:
Todo lo que hemos sido durante este tiempo nos lleva a momentos de amargura que no pueden sanar si seguimos pensando que puede haber un “nosotros”, tienes una vida hecha con una familia hermosa y no quiero ni puedo estar al margen de tu vida real, sé que no permito que el amor entre de lleno en mi vida, pero ¿Cómo podría hacerlo si nunca estarías realmente conmigo?, eres un tanto egoísta, querías que me enamorara locamente y te incluyera en mi vida cuando yo no puedo estar en la tuya, para poder estar juntos tendríamos que hacer un mundo alterno en el que estar bien, y eso sería vivir engañados, el papel de la amante, la otra, o como quisieras llamarme jamás me llenaría y sería infeliz, sé que no quieres que sea desdichada, entonces déjame ir, pero quédate a un lado, puedes estar presente, como una sombra, como esos fantasmas de los que hablan, de los que tantas leyendas, novelas e historias se cuentan, suspendido en el tiempo y en el espacio de lo que es y será mi vida sin ti, viéndome ir y venir en la cotidianidad de la vida, riendo y llorando, siendo feliz o sufriendo pero sintiendo que estás a un lado, que si estiro la mano podría tocarte, que si te pienso con verdadero anhelo aparecerás.
¿Suena loco? ¿O egoísta de mi parte? Lo es, lo es, pero lo que te pido es con la firme convicción de que lo harás, y sé que lo harás porque es lo que yo voy a hacer, voy a ser tu sombra, tu fantasma, tu escape de la realidad cuando ya no puedas más con la vida que has escogido llevar pero que en el fondo sabemos que no te hace feliz.
Ahora que lo pienso siempre ha sido así nuestra relación, estamos juntos pero separados, nuestros espiritus son implacables cuando se trata de apoyarnos, aunque al final del día volvamos a la realidad en la que vivimos.
Azael…
Un hombre que piensa que el amor no existe, que todo es resultado de la convivencia, que decidió hacer una vida con base a los fundamentos que la sociedad establece, siendo que el odia lo establecido por esa misma sociedad, cree que el sexo es lo que mueve el mundo y me hace sentir a veces la mujer más deseada, en todos los aspectos y otras veces que solo soy objeto de sus deseos carnales, aunque a veces él lo ha sido de los míos, nos acoplamos muy bien al hacer el amor, pero ya nuestra convivencia está desgastada por el tiempo y por nuestras creencias contrarias.
Él es firme en cuanto a lo que cree que siente por mí, a pesar de decir que el amor no existe no puede apartarse de mí, se aleja lo suficiente para extrañarme y dejarme extrañarlo y vuelve a lo mismo, creo que es un círculo vicioso, y alguno de los dos tiene que salir de él.
CARTA A AZAEL
Te quiero.
Aunque no te guste escucharlo o creas que no es verdad, te quiero, eres mi complemento perfecto cuando hacemos el amor, pero estoy cansada, aburrida de lo mismo, ¿Por qué no podemos ser una pareja normal?, ¿Por qué no podemos ir a tomar un café, salir solo a caminar como me gusta?, ya deja de pensar que tener solo sexo es buena idea, siempre dices que debemos ser libres, poder estar con quien queramos y cuando queramos, pero en realidad no lo haces, sé perfectamente que solo estás conmigo, bueno, que tal vez has tenido aventuras de una noche, pero siempre vuelves a mi lado, así que acéptalo ya, vas en contra de todo lo que predicas.
Cada vez que tengo novio o una relación estable me alejo de ti y tu dejas que me vaya, pero siempre estás pendiente y en cuanto te enteras que estoy sola vienes a buscarme con esa actitud de triunfador porque siempre vuelvo a caer contigo, pero se acabó.
Ya no quiero que seas mi plan b, ni ser el tuyo, ya no sé en que aspecto de tu vida entro yo, pero lo que si sé con seguridad es que ya no me gusta, porque aunque te dijera que esto estaba bien lo cierto es que albergaba la esperanza de que un dia de estos pudiéramos estar juntos de verdad, ahora sé que nunca pasará así que lo mejor es dejarnos de ver, pero ya en definitiva.
Sé que no lo entenderás y te molestará, pensarás que soy inmadura y que nunca he entendido nada, pues así es, ya no me interesa lo que pienses o lo que hagas, te agradezco todo lo que me has enseñado y todos los buenos ratos que hemos pasado juntos, y que siempre elevas mi autoestima, pero también gracias a eso sé lo que valgo y por eso mismo te digo que se terminó, y lo superarás.
OPINIONES Y COMENTARIOS