También que arrancaste la espina
De la cobriza galopante
Borracho de somnolencia en adicción humeante
Humo tropical sin sensación
Adormeces tu espalda en sudor
Recoge sus trapos, la miseria reencarna dulzura amor
Ahí de nuevo por las calles del suburbio
Vagabundo, buscando placeres en contemplación
Bestial otoñal, persianas añejas a su desviación
Así otra vez mutre lombriz de fabricación
Cansado el viento, su soplo envolvió su condenación
Ternuras silenciosas, aflorantes desazón.
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