Nunca antes había tenido en mis manos tu amor, en la manera de mirarte en lo profundo de tus ojos, el somnífero al mirar de ellos.

En tu rostro se dibuja las briznas del sueño

En el frió de la sombra, destellos dorados Saltaron a mí. Desde aquel entonces me he enamorado de ti, enamorado de tus simples pasos, de miradas y sonrisas., de mañanas perfectas donde tú eres la descripción de perfección y dulzura, el azúcar para endulzar el café,

El estudio de tus manos y la sangre de mi corazón, entre canciones al escuchar tu voz, eres el bello reflejo creado por Dios. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS