Nada estaba dicho pero todo se dijo,

nos bastó cruzar miradas para saber lo que queríamos

lo que pensábamos,

un ambiente ambiguo cubrió nuestras siluetas

sin saber quién haría el primer movimiento,

agarraste mi mano y mi piel se erizo sintiendo tus dedos con mis dedos,

tu piel con mi piel.

Era la primera vez que nos tocábamos,

fue algo inocente, pero yo sentía mi cuerpo elevado al infinito

pensando en el momento de besar tus labios y enamorarnos,

aunque yo ya estaba enamorado.

Caminamos juntos por un tiempo,

tú disfrutabas del momento mientras yo me perdía en tus ojos,

pensando si existiría un futuro juntos o sería tan solo esa tarde de junio.

Daba igual lo que pase, yo ya te amaba.

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