Tanto volar para caer en tus brazos mamá…

Creo que en la vida diaria, vamos con la idea de que nuestra madre goce, el poder de uno como criatura echa por ella, brindar lo justo, lo bueno, lo necesario pero sin darnos la mínima idea en nuestras espalda va creciendo poco a poco con la rudeza del puño de una madre, unas alas lo suficiente para hacernos volar y conocer las estrellas, cuando ya creemos no necesitar de ella…

¡Boom!

Caemos en sus brazos.

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