A mi cuerpo le cuesta expresarse,

quizá porque es poco importante,

lo que en realidad es tan relevante,

y no me deja seguir adelante.

A mi mente le cuesta adaptarse,

a esto de sentir el dolor constante,

poder acostumbrarme,

mirar aquello sin compasión,

permitirme la evolución,

contar mi historia con convicción,

lograr sobreponerme,

a lo que aqueja mi subconsciente

quiero integrar mi vida,

no quiero fragmentos ni cortes,

quiero una vida completa,

permitirme ser parte,

de una locura con contraste,

pero tengo miedo de tropezarme,

y no volver a levantarme,

a ahogarme,

sin saber cómo salir triunfante,

a terminar en soledad,

sin saber cómo gritar,

sin saber cómo dejar de pensar.

Es que solo quiero escapar,

y no se muy bien a donde,

Mi inspiración es el dolor,

es la forma de callar la voz,

de dejarla salir un rato,

sentirme libre de los maltratos.

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