Melancolía

Suspiro constantemente para deshacerme de la presión que siento todos los días en mi pecho, pero lo único que consigo es cargarla cada vez más.

A veces me pregunto si dejare de sentirla o seguirá aumentando más y más fuerte. Si fuera capaz de deshacerme de ella…

¿Realmente lo haría?

O simplemente es parte de mi, soportar y cargar con ella el resto de mi vida. Intento distraer mi mente de eso, intento disimular mi dolor para que evitar que otros pregunten.

Miro por la ventana y me doy cuenta de que los árboles no paran de bailar, gracias a la grata orquesta que el viento toca para ellos. Por breves momento sonrío inconscientemente, cuando me percato de ello, mi cuerpo y mente se sienten distintos. Esa sensación me agrada y creo que es «gracias» a la melancolía que he cargado toda mi vida es que logró ser genuinamente feliz.

Todos los días parecen ser uno mismo, a diario veo, vivo y repito lo mismo. He llegado a creer que mi hora favorita es la madrugada porque es cuando puedo observar la luna, sentir las brisas de viento en todo mi cuerpo y escuchar el canto de los grillos, que cantan sólo para mi. En ese momento la presión se esfuma pero por unos breves instantes.

Quisiera quedarme en «mi hora mágica» el resto de mis días. Lo que me mantiene de pie día a día es ese pequeño momento, en el realmente me siento en sintonía conmigo.

Daría cualquier cosa por una eternidad en ese pequeño momento.