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CAPÍTULO 9:
La vida, al principio parecía un capricho que se debía cumplir, porque Paula se desvivía por derrochar amor, hacer cumplidos, detalles de su autoría, aquellos que ella creía que tomaban mayor importancia por hacerlos antes que comprarlos, pero si para mantener una relación, hacía falta controlar a su pareja, quizás ella hubiera entendido, que ser buena persona, no iba a ser lo suficiente, porque desde hace 4 meses ya era parte de un engaño.
La mañana del 7 de Agosto, había llegado, algo confusa, con un sueño, que pudo ser el aviso de que las cosas esa semana no resultarían del todo buenas, Paula llevaba consigo un paquete de tarjetas, en las que se habían plasmado recuerdos a lo largo de 7 meses de una relación amorosa con Andrés, acompañados de una caja con chocolates en forma de corazón, la envoltura de la caja sin duda, fueron algo novedoso, tan perfecta salió la caja decorada, que hasta se pensó más de 10 veces en dársela a su destinatario. Con la ilusión de cumplir un mes más de relación, Paula se dirigió al lugar de siempre para esperar a Andrés, y como de costumbre festejar y luego ir a casa, esta vez todo fue más rápido, Andrés no había tardado en llegar al encuentro con Paula, de hecho había llegado con su primo, parecía que tenían una plática muy importante, porque hablaban desde que pudieron ser apreciados a la vista de Paula, y no se callaron hasta que Andrés llego a saludar a Paula,
– Hola, amor. ¿Cómo estás?, ¿Alguna novedad?
– ¡No!, ¿Hay algún problema Andrés?
Y no se hizo esperar un silencio incomodo entre los tres muchachos, así que rápidamente Miguel, el primo de Andrés, menciono que debían ir a comprar algunas cosas para una práctica del colegio, así que debía marcharse en ese instante, pero antes de que Miguel pudiera despedirse de Paula, Andrés había mencionado que él lo acompañaría.
– Mi amor, hoy no podremos pasar la tarde, ¿Nos vemos por la noche?
– ¿Y si voy con ustedes?
– No, nos llevara mucho tiempo, además Miguel es muy complicado para comprar.
Siendo evidente el rechazo de llevarla, Paula decidió no insistir más, pero antes de que ellos se marcharan, decidió darle el regalo que traía en su maleta a Andrés, la tarea que tenía para el próximo día, era extensa así que asumía que por la noche no se encontraría con Andrés, algo que también le inquietaba porque su sueño se estaba llevando a cabo en la realidad, pero que pasaría, después de todo su sueño no se concluyó por el sonido de su alarma, y se volvía más intrigante el final.
Andrés, recibió el regalo y con un beso a Paula, le agradeció y se disponía a alejarse, en eso Miguel no hizo esperar a que se notara su ceño fruncido y exclamo: A veces la gente es idiota, porque no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, entonces Paula asombrada por lo que acababa de decir, pregunto:
– ¿Estas bien Miguel?
– Sí, Paula, es que no entiendo a la gente. Alguien como Andrés.
– ¿Por qué dices eso?
– Olvida mi comentario Paula, pero sin duda, nunca dejes de ser la mujer que he conocido, te quiero mucho, no lo olvides.
Todo era tan extraño, Miguel se llevaba muy bien con Paula, pero nunca había dicho que la quería, y mucho menos en frente de Andrés, todo aún más extraño, pero casi con ganas de llorar, Miguel movía su cabeza y se alejaba con Andrés, del sitio en donde estaban junto a Paula. Sin más que hacer Paula caminaba hacia la estación del bus, para esperar su línea y regresar a casa, pero como nunca, había pasado 20 minutos y el autobús no daba señales de llegar, cansada de esperar decidió ir por un helado, ese de sabor a coco que le fascinaba, ya deleitándose de su sabor, vio que en la estación había otros muchachos y entre ellos su primo Ernesto, así que no tardo en ir a abrazarlo para saludarlo.
– Tanto tiempo, sin verte primo.
– Hola bonita, que alegría haberte encontrado, necesito preguntarte algo.
– Creo, que hoy todos están raros, pero dime, en que te puedo ayudar, acaso quieres que te enseñe a ser cursi.
Y echándose a reír, Paula se sentó en una de las gradas de la estación, Ernesto se sentó junto a ella y algo nervioso aunque furioso, pregunto: ¿Aún estas con Andrés?, algo que desde luego era raro, porque Ernesto nunca aprobó que Paula estuviera con él, así que sin hacerse esperar, Paula comento que ese día cumplían de hecho 7 meses de relación. ¡Imposible!, decía Ernesto con gran coraje, así que sin más preguntas procedió a contarle lo que había visto de camino a la estación.
Mira Paula, yo sé el amor de persona que eres, de hecho intuyo sin dificultad que aquella bolsa violeta que Miguel traía en su mano, es un detalle tuyo para Andrés, pero como el muy cobarde, no supo guardar el regalo su primo le vino como anillo al dedo. A unas 5 cuadras, mientras tu esperas regresar a casa, Andrés está disfrutando de estar con otra persona, compartiendo un helado, abrazándola, besándola y su primo, vigilando seguramente a que tú te hayas ido. Ahora mismo tengo mucha impotencia, pensé que después de aquella discusión el mes pasado había terminado, así que aunque me molesto ver eso, por un momento dude de que eran pareja, pero ahora que lo confirmo, si tu deseas podemos ir hacia ellos, y hacerles notar que tú no eres su chiste.
Tan rico que estaba el helado como para haber sido desperdiciado, pero en cuanto Paula escucho todo lo que dijo Ernesto, dejo caer al mismo tiempo su helado junto a un par de lágrimas. La decepción para ella era la llave para que una persona saliera automáticamente de su vida, y vinieron a ella muchos recuerdos, tantos detalles, tantas promesas, y ahora mentiras y excusas que se volvían una realidad tardía, por miedo a no querer ver las cosas como eran, se había cegado a todo lo que Andrés había dicho o hecho hasta ese día.
El día de la premiación, Paula volvió a revivir la traición de Andrés, luego de que Emiliano y Paula se hicieran novios, sus amigos y familia estaban muy contentos porque se habían hecho pareja, pero justo en la tarde luego de haber jugado, reído, comido y demás, ya de regreso, Emiliano caminaba de la mano de Paula hacia la casa de la muchacha, ellos muy alegres pero justo antes de girar la esquina de su destino, llego hasta ellos una camioneta gris, sus pasajeros: Andrés, Oscar y Miguel, que no paraban de reírse y decir que la competencia en la que Emiliano había ganado era un fraude, que todo había sido planeado, que todos los que ganaron en cada categoría eran una bola de incompetentes y más cosas groseras que se podían poner en el vocabulario de personas que no les gusta perder. Emiliano incomodo por la presencia de Oscar y Paula molesta por la presencia de Andrés, al parecer este se había empeñado en fastidiar su vida, desde que Paula le había dejado en claro que no regresaría.
Así, había pasado un buen tiempo, como si escoltaran a la pareja, pero con el único objetivo de hacerle sentir incomodo a Emiliano con todo lo que escuchaba que decían estos muchachos, él, bien pudo empezar una pelea en mitad de la calle, pero al contrario, apretó la mano de Paula, y le dijo: todo estará bien, no te preocupes no caeré en sus tentaciones.
Sin duda, por más tranquila que había sido Paula, no le faltaron las ganas de gritar unas cuantas groserías a estos muchachos, pero si Emiliano que era el más afectado podía controlarse, Paula no iba a ser la excepción, el disgusto parecía haber arruinado la tarde, porque antes de marcharse, Oscar claramente gritó: que feo debe sentirse, tener las sobras de alguien más como pareja. Desde luego un comentario que desubico por completo a Paula y luego de marcharse la camioneta, empezaron a salir sus lágrimas sin control, así que trato de dejar a Emiliano y correr hacia su casa, pero frente a esta actitud, Emiliano no la soltó, y opto por abrazarla. Creo que tenemos que hablar dijo Emiliano, y con un movimiento de cabeza, Paula acepto hacerlo y dirigiéndose al parque del barrio de Paula, donde tantas veces se compartían un helado y reían hasta mas no poder, ahora lo visitaban algo confusos, con lágrimas y lo que para Paula era el día más feliz de su vida, se podría convertir en el más doloroso.
De todas, las personas que Emiliano pudo haber conocido, Paula venía siendo la indicada en muchos aspectos de su vida, pero como todos tienen un pasado, lo que Emiliano desconocía era que Andrés el hermano de Oscar era el ex – enamorado de Paula, algo que de haberlo sabido antes Emiliano, se lo habría planteado 2 veces antes de querer ser el novio de Paula, Oscar era un muchacho que buscaba pelea por cualquier cosa, el típico hombre que se hinchaba el ego, haciendo notar a los demás que nadie podía llevarle la contra. Un buen día, después de la jornada de la escuela, Andrés había tenido un pleito con el hermano de Emiliano, a lo que se interpuso Oscar y le había proporcionado un buen golpe en la cara, razón por la que se había armado un enfrentamiento entre Emiliano y Oscar, cosa que no paso a mayores por la intervención de las autoridades de la escuela.
Desde ese día, Emiliano, trato de tener que ver en lo más mínimo con Oscar, una vez que los habían presentado en las competencias de Down Hill, esta información fue expuesta por la pareja, Paula le contó a Emiliano que Andrés, fue su ex – enamorado, y Emiliano la bronca que tenía con Oscar, el asombro de Paula era evidente, porque Emiliano era un muchacho bastante tranquilo, pero sin duda cuando Emiliano le dijo a Paula: si yo hubiese sabido que tenías que ver algo con la familia de Oscar, sin duda no seriamos pareja.
Esa declaración Paula, no se la esperaba, así que, como si no hubiera marcha atrás, ella, se limpió las lágrimas que corrían por sus mejillas y menciono: por hoy, hemos tenido muchas emociones encontradas, lo mejor será, que terminemos este encuentro, creo que tienes muchas cosas que aclarar, cuando estés seguro de lo que quieras en tu vida, me llamas. Así que, antes de que Emiliano reaccionara ante la respuesta de Paula, ella ya caminaba a su casa, habían sido los 10 segundos más largos de la vida de cada uno, por un lado Paula, creía que todo terminaría con Emiliano, e irónicamente decía: es la relación más larga que he tenido apenas han sido horas y sonriendo con lágrimas en los ojos, también trataba de convencerse de que fue lo mejor. Para Emiliano, saber que Paula había estado con Andrés fue como un balde de agua fría, y sobre todo el incómodo comentario que Oscar había hecho, lo desconcertaba por completo, pero después de haber compartido muchas cosas con Paula, y verla marcharse fueron suficientes para entender que todos tenemos un pasado, por el cual se puede ser juzgado, pero es el mismo pasado el que en ese instante podían alejarlo de la persona que amaba o ser un vínculo más fuerte para construir una relación, que no se base en verdades a medias y salga a flote la honestidad.
Entendiendo todo esto, Emiliano corrió hacia Paula, antes de que ella llegase a la puerta de su casa, y con gran desesperación grito: ¡Paula!, espera un momento, nerviosa pero muy ansiosa de que Emiliano llegara a decirle que la quería, ella se detuvo y regreso su mirada hacia el muchacho. El día había iniciado con un sol radiante, y en plena reconciliación de los muchachos, como si fuera el fin del mundo, el cielo se había tornado de un gris oscuro, que anunciaba la caída de un aguacero, cuando Emiliano llego hasta Paula, se empezó a oír caer las gotas de agua, pero tan importante era lo que se debía hablar que Emiliano y Paula, no se preocuparon por protegerse de la lluvia, un suspiro fuerte y Emiliano dejo salir unas cuantas palabras:
Por cuestiones de mi pasado, la inseguridad por iniciar una relación de pareja me había ganado, antes de ti, ya me engañaron de una forma muy hiriente, di lo mejor de mí, pero al final resulte ser parte de un juego, los meses que hemos compartido para mi significan años, nunca he disfrutado tanto de ser yo mismo, con la persona que se ha robado mi corazón, y la palabra confianza, se estaba yendo de nuestra relación que apenas inicia, yo te amo, y sé que tu también, perdóname, por querer que terceras personas moldeen nuestra relación, no quiero hacerte daño y lo sabes.
Y terminando de decir todo esto, un relámpago sonó tan fuerte, que parecía haber sido la señal para que las nubes dejaran caer toda el agua que traían en ellas, ya no se distinguían las lágrimas de la lluvia en las mejillas de los muchachos pero algo era evidente, los dos se querían, el esta ahí para reafirmarlo y ella para no soltarlo, así que entrelazándose en un abrazo, Paula dijo: Te amo Emiliano, de eso no tengas duda.
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