Ta bravo para mucha gente. Me atrevo a decir que para casi todos. O por ahí a la mitad entera de la población. Para ponerle onda. Tengo la certeza de que es así, si no, no me toparía tan seguido por todos los lados y formas de expresión gente que cuenta eso, lo mismo. La novia del gordo le rompió todo el auto y le partió el vidrio. Flavia está embarazada y va a abortar por tercera vez. El conductor del uber se salvó del cáncer de casualidad y está con miedo a que le vuelva. Pedro tiene una migraña grave. Silvia tiene una trombosis en el cerebro. Ana está deprimida y más. Daniel perdió el trabajo y tiene tres hijos nuevos que mantener. Malena tiene Ela y el padre de Victoria algo que no me terminó de contar. Supongo que cáncer. El otro día encontré anotado en una nota de mi celular, “dejá de pensar tanto porque te vas a agarrar cáncer”. El tema de la rapidez del tiempo, el cambio climático o el clima y lo caro que está todo son tres temas especiales para hablar con cualquiera, sobre todo en un ascensor o con un vecino o en el taxi. Sin embargo me encanta hablarlo y repetirlo, aunque siempre las respuestas son las mismas.
Otros que lo tienen bravo me inventan que encontraron a mi perro desaparecido y me roban. Se voló tu gorro por el balcón y casi sin darme cuenta me tiro por él a buscarlo. Sinopsis no hice. Cuidado con el perro. Un porsche en frente de casa. Cada tanto en el día aparecen autos raros y sobre todo pasan los de la noche que siempre me parecen sospechosos. Me gustan los autos, salí parecería hombrecito en ese aspecto, me dijo un violento. En realidad me di cuenta que si el primero de las dos personas que se anima a sacar la armadura cotidiana y demostrar amabilidad hace que el otro en seguida pueda devolverla y demostrarla también. Tenemos que ayudarnos a largar lo que nos inculca la soci cultra vida de hoy.
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