Cuando estamos pequeños deseamos crecer para poder ser independiente y tener nuestra a cosas o poder ayudar a alguien cercano.

En lo personal deseaba. Ser adulta para ayudar a mi madre que estaba enferma y necesitaba mucha ayuda pero sólo era una niña que a corta edad tuve que cuidar de mi madre y hermanitos. Pero no me rendia no había mejor motivo de levantarme cada día y ver a mi viejita bien.

Hasta el día que ella partió de este mundo y siendo pequeña hubiera deseado hacer más pero mi corta edad me limitaba a hacer más por ella.

Luché contra todo pronóstico de fracaso en mi vida, lloré muchas noches y sonreí de día. Decía que esto me iba a ser más fuerte y que el anhelo más grande era ser una profesional. Y en efecto nunca me rendía, trabajaba estudiaba y era cansado pero no podía rendirme debía seguir.

Al pasar algunos años pude obtener mi título universitario que me costó muchísimo pero que por la gracia de Dios que me guío y pude salir victoriosa.

Y a pesar de todo los años que han pasado extraño a mi madre muchísimo, se que para mi fue uno de los motores más grandes en mi vida y también mis hermanos. 

Que no finalizaron sus estudios ya que deshicieron formar su familia. 

y así cada quien tiene por lo que anhela y lucha.

Se que me dediqué mucho a superarme y hoy es tiempo de florecer en mi vida con mi prometido.

Un ser genial que fue enviado en el tiempo de Dios.

Quiero animarte y decirte que todo tiene solución y respuesta. Sólo es de saber llegar al ser que da la sabiduría para continuar en esta vida.

Recordar que estamos de paso y que no sabemos cuando ni donde nos pueden llamar e irnos de este mundo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS