Si la lluvia cae en julio,
en septiembre recordará,
de agradecer la tierra
el elemento primordial.
Pues ella es agradecida
en mi norte ancestral
en su vientre la semilla
latente siempre está.
Caigan una o dos gotas
o tres y una más
con eso ya es suficiente
para encinta haya de quedar.
Pues el cielo es el padre
y la tierra su mujer,
las flores son sus hijas
que con agua se ven nacer.
Y aunque su tiempo sea exiguo,
pues escasa la lluvia es
una flor en el desierto
mil vidas ha de valer.
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