Quiero más de esos susurros al oído. De el olor de
las mañanas entre tostadas, café y tus ojos recién
despiertos. Quiero más de la caricia en la espalda
y los cuerpos mojándose en la bañera. El silencio
de la lectura compartida. Tu canción preferida que
me aprendí de memoria. Los viajes que todavía nos
faltan. Tu boca, tu nariz y tus dedos. Quiero esos
mareos acelerados y no saber cuándo van a parar.
Las lágrimas, esa noche en ese auto, y el abrazo que
no podíamos terminar. Quiero que me mires como lo
hiciste la primera vez, y que hoy no te vayas.
Quiero todo y no quiero nada.

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