Y un dia me olvide de sonreir. Porque estaba tan empecinada en dibujar sonrisas en rostros ajenos que deje de recordar como ser feliz. 

Deje mis proyectos de lado y mi vida a un costado pensando que quizas ese era el proceso para estar mejor. Y me volvi a equivocar. A fin de cuentas todo fue en vano. Despues de tanto camino recorrido, retorno nuevamente a un punto de inicio sin haber aprendido nada.

¿Como medir la fragilidad? A veces confundimos los problemas con oportunidades disfrazadas. Constantemente intentamos descifrar todos los acertijos, pero cuando llegamos a tener todas las respuestas, nos cambian las preguntas y de nuevo volvemos a caer en un abismo de incertidumbre.

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