No es culpa tuya.

No es culpa mía, ni culpa tuya, ni es culpa nuestra que no decida, que no permanezca, sé que parezco cobarde, que parezco indeciso y que llego tarde, ojalá pudieras ver las cruentas batallas de mi mente al pensarte, las estocadas en mi pecho por mirarte, ojalá supieras que vivo en pie de guerra, que vivo quemandome en mi propia hogera, ojalá pudieras ver el martirio de mi existencia, así sabrías, que para mi, confesarte que me gustas ha sido un acto heroico, del que hablaré, cantaré y escribiré memorias, ojalá supieras que para mi, buscarte es soltar a mis bestias internas, quererte es poner de cabeza mis días, ojalá supieras lo que siento, lo que pienso, lo que busco y lo que no encuentro. Así sabrías que ando armado y en guerrilla por ti, que todo el día sangro y me destierro por ti, por saberte, por amarte, por soltarte. No es culpa tuya que no sepas, no es culpa tuya que hayas venido al mundo con galaxias en tus ojos, cometas en el pelo y estrellas en el pecho. No es culpa mía que no pueda, que haya venido al mundo con un Kurukshtetra en mi cabeza, serpentinas en el pelo y sangre en el pecho. No es culpa nuestra, que hayamos venido al mundo de esta manera, sin alguna blanca bandera, sin historias sabor a madera. Te veré, lucharé, cabalgaré al galope veloz de mi corazón, abrazaré el frenético desquicio de mi razón y tal vez, al final, te logre amar.