Sin Titulo

De repente, su vida había dado un vuelco, estaba sola, completa y absolutamente sola, nada podía llenarla, el vacio en su alma era tan insoportable como el dolor del aceite caliente sobre la piel, no sabia que hacer, estaba observando su reflejo en el espejo y no sabia a quien veía. Aquella persona no era ella, tenia los ojos hundidos, con unas ojeras muy marcadas, las marcas de la sabana aun se veían en su mejilla el cabello, pegado a su cara por culpa de tantas lagrimas, podía probar el salado en su boca, quería gritar pero no quería que nadie la oyera; quería morir, pero como se puede morir dos veces si ya en su interior se sentía muerta. Busco una vez mas a su alrededor sin saber que buscar, miro al techo en busca de respuestas, pero nada ni nadie bajo a darle consuelo, estaba solo ella, sin saber que hacer, empapada en llanto, frente a la persona que ahora era, intentando recordar quien solía ser…

Intento reponerse, pero sus piernas cedieron, quino levantarse y salir de la habitación pero sus piernas no se movían a su disposición, tenia el cuerpo dormido, pero aun así podía sentir como le dolía cada musculo, como si fuese un chiste de la naturaleza; era sin lugar a las dudas la peor de las sensaciones que había sentido en su vida, se recostó en el suelo  por que le pareció mucho mas cerca que la cama, aunque estaba a no mas de dos pasos, su llanto, convertido ahora en sollozo apenas era audible en su cabeza. Contemplo la cama, en la orilla de esta un vestido negro, limpio y planchado, bien extendido dispuesto para ella se vistiera.

No podía dejar de preguntarse a quien iba a vestir, si ella ya no estaba allí, parecía y se sentía como un sueño, uno de esos donde te ves a ti mismo desde arriba, ese vestido no significaba nada, y a la vez daba a entender tanto…

No quería saber nada del mundo, nada fuera de su habitación, no quería saber nada del funeral, como si eso lo hiciera menos real, como si no quererlo cambiara en algo las cosas. No quería ir al entierro, ni lidiar con la gente, ni parecer fuerte, estaba junto donde quería estar, sola, sin ningún ruido a su alrededor, sola con su propio llanto. se forzó a si misma a respirar profundo una vez mas, pero no sirvió de nada, no funcionaba así el tiempo, respirar no significaba montar una maquina del tiempo y volver atrás, y hacer hasta lo imposible para que ese día no llegara… ¿o si?