Travesías del Hipocampo.

Me han preguntado acerca de extrañar personas que ya no estan presentes en mi vida,

y de hecho, es algo que me ha dejado pensando.  aveces quisiera volver a momentos precisos, aunque, no es certero, lo de extrañar a la persona, si no extrañarse asi mismo. 

¿No les ha ocurrido? Acaso, se nos vé, incluso, en fotografías con una gran sonrisa y los ojos de alegria en ese momento.  Y hoy en día  aún mas allá de haber sido un poco ingenua en su momento, aún lo sigo siendo, hay dias en los que me busco y encuentro fotos viejas, que aún no eh borrado, la galeria del celular es dañina, recuerdo haber borrado unas fotos con mi antigua relación y escarbando el celular, volvi a encontrarlas en una carpeta que ni sabia que existía, sólo que me faltó una, esa si se borro, lo mas loco, es que no se veía ni mi rostro ni el de él.

si no, nuestras manos agarradas fuertemente, la imagen del móvil se borro.  pero, ¿porque no se me borra de mi cabeza? Siento como si tuviera un gif en la memoria de ese momento, pero no un gif como esos que vemos en las historias de instagram, que sólo muestra una imagen que no transmite nada, si no que un gif particular, en donde muestra un sentimiento, rodeado de un ambiente cálido con mucho amor en una tarde de julio, su mano tomando la mia sentados en un sofá frente al televisor.

yo recuerdo ver esa imagen (antes que se borrara)  y me transmitia a ese momento, un viaje al momento justo en que tomaba la foto desde mi celular y él no se daba cuenta de lo que hacia, me resultó especial. aunque él , no sé dió cuenta que existía esa foto, en fin. 

Se me borro del celular, pero aún asi, la fotografía es un recuerdo fresco diambulando molestamente por un recóndito de mi memoria,  es algo que, ni el hipocampo puede controlar esa emoción, maldita anatomia.

volviendo al extrañamiento de personas, creo que no lo extraño, aunque lo recuerde.. porque mi memoria y personalidad estan en constante pelea para ver quien gana, mi memoria es tortuosa y malvada, que a altas horas de la madrugada me dice: 

«vamos, acuerdate de éste momento un ratito» y asi se me pasan los dias, sumergida en el  mar profundo del recuerdo extrañando un momento fugaz como una estrella, en el que fui felíz, como en esa foto, que les cite más arriba. 

Volviendo al principio, me sucede que tal vez en mis días actuales, no extrañe la presencia de dicha persona, extraño ese instante, 

¡vaya! que persona más complicada soy!

Las fotos son un pasaje  al pasado, como la memoria.

no necesitamos pasaporte, basta con cerrar los ojos y decir:

«¡quiero viajar hacia ese recuerdo!»

y llegas más rápido que en avión, sin requerir visa ni ciudadanía, ¿mente curiosa la nuestra no? lo bueno, es saber usar el pasaporte y con que fin utilizar ese viaje, teniendo dos cartas en mano, la primera es inmigrar al recuerdo para luego , a raíz de eso ser feliz en un futuro, o tomar el barco al recuerdo para hundirte en alta mar con la pesadez de las emociones que nos hunden.

Tú decides.