He sido todas las mujeres que he podido.

Soy la niña inocente que creyó que su amor era tan importante para un hombre que solo la utilizó.

Soy la que intento enamorar a un hombre que no la quería y me dolió.

Soy la mujer que vi en la tele que estaba excluida por ser mujer y querer ser libre.

Soy todas las que lloraron por un hombre sintiéndose culpable por no sentirse suficiente para que la amen.

Soy las lágrimas de cada mujer de Yemen que fue obligada a casarse a lo 15.

Soy la impotencia de una mujer rebelde nacida en Pakistán.

Lloré por un niño Sirio cuando imagine que era mi hijo y no podía hacer nada por él.

Soy una niña de Chad con ganas de instruirme y no me lo permitieron.

Nací rubia en Irán y me obligaron a cubrirme porque iba en contra de mi ley.

Soy una mujer en Marruecos vendida como objeto por que mi país así lo cree.

Soy una mujer en Líbano maltratada y me mataron por querer defenderme.

Fuí parte de cada mujer excluida del mundo, luchando en el mío porqué me lo permite, porque tuve suerte de nacer dentro de los límites donde mi sexo no causaba mal pero aún existian mujeres tratadas como basura cuando la ley nos amparaba.

Soy la memoria de cada mujer que murió en la lucha y sigue en ella.

Fuí una de ellas en este país cuando todos las ignoraban y existían otras denigrándose como un lujo. Ningun texto logrará hacerlas volver, nada cesará su dolor.

Yo sufro con ellas en un país donde no soy el problema, soy quienes las ignoran.

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