En el verano de los 80, mi hermano y yo decidimos hacer una apuesta : A ver quien recibía más cartas de amor de nuestras futuras novias.

Yo, ese verano, estaba muy animado, sobre todo porque los Stones volvían a España.

Y la competición empezó.

Nos veíamos en los bares, nos mirábamos de reojo en las discotecas.

Pasábamos juntos las resacas delante de tazas de café y alguna que otra cerveza.

El caso es que, para que recibieramos las cartas ( si las escribían, claro), tendríamos de esperar meses e incluso años.

Entre noviembre, diciembre empezamos a recibirlas. La mayoría eran de chicas extranjeras.

Las leíamos cada uno en su habitación, y las guardabamos.

Estuvimos asi durante seis o siete años, y ganó mi hermano, ya que, a mi, al final, me empezé a adicionar más a las drogas y a la bebida.

Mi hermano, entonces, me empezó a gritar, diciendo que no lo podía dejar así, de esta manera, que él era ambicioso, que necesitaba seguir ganando. Y que dejara ya esa mierda.

Incluso algunas novias de mi hermano, intentaron ayudarme, y me trataban como si fuera su hijo.

Finalmente, yo dejé las drogas ( la bebida no), y mi hermano se caso, pero al cabo de unos días, tuvo un accidente de moto y murió.

Hace algunos años su mujer también murió de cáncer.

La vida se compone de recuerdos, olvidos, nostalgias, risas, llantos, traiciones, miserias, opulencia, pobreza.

Hay que disfrutarla día a día, ya que nadie la puede controlar.

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