QUIERO SER ESCRITORA PORQUE…

Hace unos días inicié mi primer Taller de Escritura Creativa, cuya primera práctica exige elaborar un texto para describir de la forma más literaria posible, nuestra motivación para ser escritores, en mi caso, escritora.

Narrar al respecto puede ser emotivo, audaz, espontáneo, nostálgico. Puede haber un sinnúmero de razones, o tal vez, ninguna, o solo una en particular. La verdad, creo que apenas lo estoy descubriendo. Entonces, comenzaré por el principio.

Soy periodista de profesión con 10 años de experiencia en el área. Aunque debo confesar que ya no ejerzo como tal desde hace un tiempo. Sin embargo, durante mi carrera, lo que más disfrutaba era redactar las notas de prensa, al principio me deleitaba muchísimo, al punto de intercambiar otras tareas que me asignaban con mis compañeras de trabajo, quienes preferían hacer cualquier otra cosa, antes de tener que transcribir cualquier noticia insignificante; comunicar información escrita era fácil para mí, era como una fórmula que sabía de memoria; pero al final terminé por despreciar la línea editorial que debía seguir. Iba en contra de mis principios, de mis más profundos pensamientos, de mi sentir.

No obstante, eso no fue argumento suficiente como para abandonar una de mis más inconmensurables pasiones, escribir. Cuando quise iniciarme en esto, no sabía por dónde empezar, no tenía ni la más remota idea de cómo demonios ir más allá de una escueta composición periodística, de cómo relatar algún tipo de cuento entretenido, jovial, campechano.

Pronto, estimulada por un amigo de mediana edad, llamado Carmelo Urso, también colega, di rienda suelta a la imaginación con pequeños textos. Él era algo más que un incipiente cuentista, se dedicaba a escribir micro relatos. Trató de enseñarme como hacerlos, a través de algunos concursos por internet; entonces puse manos a la obra y logré materializar un par de cosas, que aun cuando estaban lejos de ser extraordinarias, considero que eran aceptables.

Estuve varios meses envuelta en la más intensa atmósfera de ilusión, alumbramiento y perspicacia que jamás había tenido, escribía cortos relatos sin parar, hasta que un día simplemente dejé de hacerlo. Algunas circunstancias personales tuvieron mucho que ver con ello, que desazón.

Ha sido un recorrido un tanto aflictivo, ya que he tenido intervalos de tiempo bastante extensos, para no decir que han sido casi permanentes, sin escribir absolutamente NADA. He estado tan sumergida en mi menguada rutina de trabajo, de desdén, que mi inventiva ha ido mermando continuamente.

Pero como en la vida nada dura para siempre, sea bueno o malo, hoy he regresado, “I’m back”. El pasado mes de mayo, pasé a formar parte de éste Club de Escritores Online, en el que se hacen convocatorias literarias cada cuanto, lo que me inspira de modo inescrutable a escribir novedosas historias, por lo menos eso trato, acerca de diversos temas cotidianos. Incluso, recibo hasta el «feedback» de quienes como yo, se dedican a este espléndido oficio.

Para seguir avanzado, también decidí profundizar mis conocimientos para cultivar la gramática, mejorar mi sintaxis, sin olvidar la semántica y la ortografía. Pretendo asumir a partir de este momento un nuevo rol tras el ordenador, pues deseo con fervor, convertirme en una ensimismada hacedora de epopeyas, fábulas, jácaras, cuentos, novelas, o quien sabe que otro género, lo que estoy segura me hará sudar, me causará dolor, lágrimas, frustración, desasosiego, gozo, placer, complacencia, regocijo, fruición, todo un mar de emociones acaecidas en un solo instante.

Las razones por las que quiero ser escritora pueden ser infinitas, empero ahora citaré alguna: “Quiero desarrollar una novela utópica, con un toque de ciencia ficción que espero convertir en saga, luego les haré saber más detalles. Aunque debo decir, que tengo una serie de bosquejos recorriendo mi mente para otro tipo de historias, tal vez una que se asemeje a la mía”.

No solo se trata de conseguir un proyecto en específico, también se trata de mis emociones intrínsecas. Escribo para liberarme, para viajar a otras dimensiones hasta sumergirme en la vida de personajes que quisiera interpretar en el mundo real. Escribir eleva mi espíritu, estremece mi corazón, sacude mi mente, agudiza mis sentidos. Me hace sentir mejor, sagaz, satisfecha conmigo misma. Me da vida. Así de simple.

¿Por qué escribes tú?…