Limitaciones autoimpuestas

Nos hicieron creer que nada es eterno, que los finales felices son pura fantasía.

Nos dijeron que las promesas son cadenas, mancillando lo que envuelve declarar un amor que no caduca.

Para así consolarnos de los amores a medias, justificarnos cada vez que algo acaba porque en el fondo de nuestro corazón, sabíamos que nunca debería haber empezado.

Si el amor es lo único que nos salva de esta vida, ¿Por qué tanta gente alberga tanta ausencia de brillo en su mirada?

Lo que no nos contaron es la existencia del amor donde no cabe la posibilidad de una vida en blanco y negro.

Aquél que sabe esperar y no desesperar ante la soledad, le llegará la felicidad en forma de persona. Con la oportunidad de no abandonar sus sueños por intentar encajar en una vida que no le pertenece.

Si el amor empieza por uno mismo, ¿Por qué nadie grita a pleno pulmón la importancia de hacerlo? ¿Por qué nos pasamos la vida persiguiendo cosas en lugar de perseguirnos a nosotros mismos?

Tantas vidas vacías, que carecen de sueños y se adueñan de los ajenos. A todas esas personas les deseo la fuerza y el coraje de permitirse ser ellos mismos, renunciando a cualquier estereotipo.

A todos ellos les deseo perderse para encontrarse, atravesar el miedo de quedarse sin nada, de vaciar sus mentes.

Sólo así llegarán a desprenderse de las limitaciones autoimpuestas por quienes algún día quisieron que el ser humano careciese de su propia fuerza.

El verdadero amor existe, los sueños imposibles son posibles, descubrir quienes somos es una urgencia que requiere prioridad y no esperar a cerrar los ojos para siempre.

La vida es un regalo que no te espera. Vivimos en la escasez por miedo a caer en ella. Sin darnos cuenta lo infelices que somos por no creer que nos merecemos una vida donde solo exista la magia.