A los 6 años de edad lograba percatarme de cosas que mucho no, una de ellas eran cosas sobrenaturales que no sabía cómo explicar. Un día a media noche sentí un frío terrible en el cuerpo así que me desperté, aún adormilada pude ver a una señora enfrente de mí con un quimono negro no distinguía su rostro así que brinqué del susto y comencé a llorar, en cuestión de segundos mi papá que estaba dormido al lado de mí se despertó y muy asustado me abrazó y preguntó que qué pasa pero yo no pude responder.
Mi papa cuenta que esa noche no pude dormir ya que lloraba mucho y mi llanto no cesaba, recuerdo que durante muchas semanas todas las noches podía ver a la señora y cada vez me daba menos miedo ya que ella solo estaba parada sin hacer nada.
Un fin de semana visité a mi mamá y como de costumbre vi en la noche a la señora pero peculiar fue que mi mamá también podía verla y cuando lo hice su rostro se puso pálido y lo único que hizo fue apartarme de ella y marcarle a mi abuela, esa noche mi mamá no pudo dormir bien y recuerdo que tenía velas prendidas en el cuarto y vasos de arroz en las esquinas, al día siguiente visité a mi abuela y ella me limpió el cuerpo con diferentes hierbas mientras recitaba unas oraciones. Esa misma noche no volví a ver a la señora pero desde ese día puedo ver, escuchar y sentir cosas que otros no y con el paso del tiempo me dan menos miedo.
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