Y una noche llego a mi escucha
una incoherencia tan grande
que no supe que decir
y me quedé muda.
Aunque no es sentido,
el don del habla ausente,
como se dice es un Don
que se da o que se quita
Y me quedé sin voz..
sin poder pedir,
me quedé callada,
y pensé y me volví a callar.
Asi, empecé a escribir
con ritmo y con candencia
todos mis deseos
se hacían voz en cada letra.
Los que más me entienden
son los chinos y yo a ellos
tantos años verdugos
de culpables incoherencias.
Un día entero de magia
se canso de esa injusticia,
y me gritó piedra libre
con todo ese vozarrón
el mismo enojo irascible
y me devolvio el Don.
Incoherencias llegan menos
sigo sin decir nada,
hablo cuando se puede
y escribo como se baila.
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