Se columpia en llamas, de agua y polvo,
De sed y telarañas, de llamas al fuego en tumulto,
En calma de ansias devoradas, aturdidas,
Fulgurantes, adjuntas y arrebatadas flamas.
Fugitivas me queman las entrañas,
Me inunda en su humo de letras palmeadas,
Golpeadas, solapadas y escritas, muertas,
Vivas.
Llamas, se devoran mi craneano, mi adentro,
Y consumen mi sesera, me secan, me hincan,
Me fragmentan en letras.
Letras de tinta, de sangre, de humo,
De evaporación oscilante, lamparean,
Funesta, en hora buena;
Se funden y se multiplican las palabras,
Colapsadas, sin censura, en complicidad
Conmigo, contigo, con nada.
De nada en todo, sin sentido, con sentido,
En papel o estaño, a maquina y portafolio,
Palabras y poemas que se me untan
E inflaman en fuego, en llamas, adentro,
A fuera, sin esto, sin lo otro.
En tiempo de fuegos artificiales,
Me abruman, seducen liberan, corrompen,
Encarcelan, aman, odian, se escriben solas,
Y yo aquí contemplo, observo, las dejo,
embalsamarse, sin tapujos, sin ardores,
Las dejo que me quemen, me inunde,
Se desborden y se vuelvan polvo y humo
Adentro de mi.
OPINIONES Y COMENTARIOS