EXAGREENRATION

Mi mente da vueltas, tengo miedo cada día, me siento perseguida por sombras oscuras. Mi respiración se agita, la sangre se me pone fría y recorre cada parte de mi cuerpo.
Nada puede estar mal a mi alrededor, no podría estar incorrecto.
Llegó a mi casa y el aviso esta puesto sobre mi puerta. Cada semana las autoridades vienen a revisar mi casa, cada casa, buscando el color verde.
Fue hace un año, cuando una ley muy absurda nos cambio, cambio nuestro modo de vida.
Debido a que la contaminación había aumentado de una forma exagerada, y tomando en cuenta que a la mayoría del país no le importaba en lo más mínimo el medio ambiente, el gobierno no dudo en castigar a los ciudadanos, y lo hizo, prohibiendo el color verde. Así es, tal y como se escucha, así de absurdo.
No importa en donde te encuentres, nada puede ser de color verde. Solo los árboles y todo lo producido por naturaleza tienen permitido usar el color. Si en tu hogar te descubren la cosa más mínima de color verde, te multan en grandes cantidades. Todos los lugares son inspeccionados a menudo y con minuciosidad. Conozco a personas que se volvieron locas en poco tiempo, porque no pudieron con la paranoia de estar todos los días, a cada hora, a cada momento, buscando el color verde para deshacerse del color:
Si tu camisa o blusa es verde, a la basura, si tu cepillo de dientes es verde, a la basura, si el plato en el que comes es verde, a la basura, o mejor dicho; o lo tiras o lo pintas de otro color.
Hay grupo de protestantes, la mayoría de los que lo conforman, han alcanzado multas preocupantes. Los ecologistas no pierden oportunidad para decir que nos lo merecemos como seres humanos. Personas que enojadas o muy paranoicas, suben a las redes sociales, fotos y vídeos en donde queman y destruyen sus plantas. Un vídeo en especial, llamo mi atención; en ese vídeo, una madre encontró difícil explicarle a su niño por qué le había quitado su crayon verde, y por qué ahora tenia que dibujar sus árboles de color rojo, si los árboles son verdes.
Me pregunto cuanto tiempo durara la ley, me imagino que no será mucho, solo ha pasado un año, solo un año.
Todos los días me siento ansiosa, miro a mi alrededor, buscando el color verde. A este paso, me pregunto de que lado me quedaré: de los manifestantes, de los ecologistas, de los quemadores o de los paranoicos.