Las notas de Beethoven en una mañana gris son implacables, ante tantos pensamientos que resultan después de una mediocre y apresurada manera de afrontar la más grande e implacable NADA.

Apostare la última carta del maso, interrumpiendo la carencia de valentía y esperando un resultado tan abrumador que es preciso tener pies de metal y no caer con el rostro a tierra, mejor de rodillas frente a lo que se presente.

Asumo toda responsabilidad en cuanto al tiempo perdido, las horas ahogadas en el sueño y los miles de excusas estúpidas que se daban para dar tiempo a lo que nunca sucedería, culpa mía y de nadie más…. faltan 4 para cumplir mi promesa y el tiempo no premia; es mi perseguidor más grande, capaz de sumirme en lo profundo de la ruina y dejarme ahí hasta que de mí no quede más que un envase de carne y huesos, sin más que aire para sobrevivir, mientras todo lo demás muere.

Recogeré las derrotas auto impuestas, esperando que la flor se abra en medio del campo y no la consuma el frio de la soledad y las tan imprudentes negativas que se me le dan a diario, lo demás no lo sé, aun no conozco el futuro.

De la nada caeré a un encuentro con la otra parte de mí ser, la cual no tiene dominio, prejuicios, ni vergüenza … la parte macabra que más disfruto, porque la ironía no proviene de mi bondad …. ¡recuerda! todas aquellas cosas absurdas que alguna vez se hicieron …. no provenían de la lógica, ni la moral.

Nada … nada … nada … que los muertos la recojan y del mundo de ellos regrese ella…. By Dobile Ariza ….

(Absurdo lo se, pero la abstracción de la palabra me impulsa a escribir más – da tu interpretación y será más tu escrito que mío. Gracias por leerlo)

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