C A P U L L O V E D E

Y quien iba a pensar que después de todo, yo la chica del corazón de hielo, le terminaría gustando la poesía y todo aquello que entra en el romance.

Uno de mis poemas favoritos es de Eduardo Pacheco.

(Mi vida se abrevia a la superficie de su piel, mi muerte se reduce a lo tibio de sus labios. No hay otra piel por la que yo quiera vivir, no hay otros labios por los que este dispuesta a morir).

Y todo empezó con una mirada, de esas en las que hace que el mundo se detenga.
Y continuaron las miradas un mes aproximadamente, Estudiábamos en el mismo lugar y verlo en los pasillos o en la plazoleta era una locura, me sonrojaba al verlo de lejos y mi rostro ponía una sonrisa estúpida incontrolable, el era muy intimidante. yo era la típica chica que cree tener el control de todo, que no le daba miedo de nada, que tiene muy claro, lo que tiene y lo que quiere, y no se dejaba enredar por nadie – Cuando digo nadie,en este caso me refiero a los hombres– pero los días pasaban y el gusto aumentaba.
Y eso empezó hacer un problema para mi, Me gustaba mucho, pero no me gustaba, que me gustara mucho

Hasta que un día por casualidad – o ocasionado a la fuerza – nos encontramos solos sin nuestros amigos que estorbaran y fue inevitable no poder saludarnos.

El me saludo y yo con poca respiración le respondí amablemente.
Era un viernes en la noche, para ser exactos, 12 de febrero del 2016 a las 9:30pm, cuando nos hablamos por primera vez.
Íbamos en el mismo bus, nos dirigíamos a la mismas dirección, y eso ayudo, para que pudiéramos plantear nuestra primera conversación.

Llegamos a cierto destino donde decidimos sentarnos a continuar nuestra conversación, Llenas de preguntas típicas.
Donde vives?, Tu edad es?,Que te gusta hacer?- Y para ser sincera, fue una de mis conversaciones mas incomodas, nunca estuve mas nerviosa que ese día, de verdad me gustaba, me gustaba mucho y podía arruinarlo.
se nos pasaron las horas sin darnos cuenta, yo debía marcharme, el muy amable me acompaño a coger la otra ruta que me llevaba a casa.

Y después de una corta espera, llego el bus, nuestros cuerpos se inclinaron automáticamente para darnos un abrazo, al separar nuestros cuerpos, chocaron las miradas pidiendo a gritos – Besame – El tomo el impulso y se acerco a mis labios y yo claramente hice lo mismo.
Fue un beso Profundo, de esos en los que sientes que el mundo fuera acabarse

Una vez que nuestros labios se alejaron el susurro a mi oído,
Podrías dejarme tus labios esta noche?
yo respondí con una sonrisa, que claramente le decía, que mis labios querían irse con el por Siempre.

Y si, lo se, fue tan rápido, en tan solo una noche, pero después de tantos días, tantas miradas, tantos encuentros silenciosos, Sentía que ya le conocía de mucho tiempo.

Fue una noche perfecta e inolvidable, donde empezaría una historia llena de amor, risas, carcajadas, enojos, lagrimas y insomnios.

Quisiera decirles que esta historia no tiene un fin.

Continuara…

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