Te perdí en la frontera que trasmutó a tu destino
entre luciérnagas y estrellas, que alumbraban el camino.
Te elevaste como el sol como el sol en un día muy frio,
tus huellas concibieron luz para espantar al olvido.
Te perdí en la frontera que trasmutó a tu destino
pasmado por el edén que al nacer, Dios te había prometido.
Mi Lucida Vesania
Jorge Amado Serrano
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