
Hoy quiero escribirles a los que están ausentes,
a los que por algún motivo se tuvieron que ir,
me duele en el alma saber que han partido,
saber que han dejado un triste sentir.
Mis ojos se nublan al querer pronunciar,
el nombre que un día le dio su mamá,
mi voz se quebranta, mi llanto aparece,
mis manos heladas te quieren abrazar.
Quisiera decirte que nunca he dejado,
de llevarte dentro de mi corazón,
que nunca tus besos dejaron mi rostro,
que nunca tus manos me pudieron soltar.
La muerte se esfuerza por querer doblegar,
por hacer que mi mente no te recuerde más,
pretende que un día yo deje de amar
al ser que ha partido hacia el más allá.
Escritos de la Noche
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