Y ahí estabas tú,
con tus ojos marrones.
Y ahí estabas tú,
con tu cabello oscuro.
Y ahí estabas tú,
sonriendo.
Y ahí estabas tú,
observándome.
Y ahí estabas tú,
en mi reflejo.
Y ahí estabas tú,
en el espejo.
Y ahí estabas tú,
en lo más profundo de mi mente.
Y ahí estaba yo,
desvaneciendome.
OPINIONES Y COMENTARIOS