El Paisajista

Sinopsis

Un relato donde la calma se transforma en drama, contra lo que sugiere su titulo, que poco tendría que ver con la jardinería, ese oficio aparece en segundo plano porque la temática es otra. La historia se desarrolla en un barrio alejado del centro de Buenos Aires, un barrio donde las casas parecieran haberse quedado en el tiempo, ese típico barrio donde todos se conocen, ese barrio tranquilo en el que el protagonista en víctima de una entradera por parte de tres delincuentes a la casa de un jubilado, viudo; la exigencia de la entrega de valores, agresiones físicas y verbales del jefe del grupo y los momentos de tensión, que sufre el protagonista, hacen que la víctima se convierta en un victimario.

Ruben Ielmini

EL PAISAJISTA.

Camilo….Don Camilo como lo llaman en el barrio, jubilado, viudo de setenta y cinco años, tiene afición por la jardinería, en el terreno del fondo de unos veinte metros de largo por diez de ancho, tiene naranjos, una higuera, una pequeña huerta, y un jardín, son de esas casas con frente de ladrillos de las que quedaron en el tiempo, de las primeras que tuvieron la antena parrilla con riendas en el techo, y que fuera el comentario del barrio en los sesenta.

-¿Vieron la casa de Camilo?.. Tiene televisión, le están poniendo la antena-

Charloteaban las comadres de aquellos años donde tener televisión no era para cualquiera; después; el progreso que se encargo de bajar esa antena para dejar pasar al cable y Camilo acepto el cambio; hasta tuvo su primera pc con aquellos aparatosos equipos que con el tiempo también cambiaron hasta que el hijo en una navidad le regalo una Notebook.

Así pasaba sus días Don Camilo, entre el internet y la vida silvestre, había momentos buenos, otros no tan buenos; la ausencia de Laura su compañera de toda la vida, se notaba en su rostro -¡Hay que seguir!- decía pensando en voz alta.

En el puesto de flores que estaba cerca de la estación habían llegado nuevo plantines de época, era tiempo de primavera, y cambio de flores…petunias, prímulas ,margaritas a las que Camilo le llamaba …culo de vieja, y pensamientos matizados eran las que más le gustaba plantar. Fue al puesto, eligió los plantines a su gusto.

-¡No esa petunia no; deme la de al lado, esa no.. la otra…que tiene más flores!-

dijo con voz firme a la vendedora, que con cara de poca simpatía, le cambió el plantín seguramente pensando (¡Viejo rompe pelotas!) pero sabía que con Camilo tenía una buena venta.

Ya en la casa hacia un proyecto, papel y un lápiz y empezaba a crear -Esta acá- esta otra enfrentada a la prímula- y así formaba un dibujo que para él era arquitectónico, digno de un paisajista, pero primero, el cantero; había hecho tres canteros en forma de abanico que salían de una sola punta; no tenían mucha profundidad, la suficiente para plantar sus flores.

El cansancio se hizo sentir…-Los setenta y la pala de punta duelen- decía…así que dejo la plantación para el día siguiente.

Don Camilo está preparando su cena, al puchero que quedó del mediodía, le saca unas cucharadas de caldo ,la pone en una jarra chica y le agrega un puñado de fideos cabellos de ángel, lo calienta en la hornalla, agrega queso rayado para que con el calor se derrita dentro del caldo dándole un mejor sabor. Así, lo preparaba Lucia…siempre veía cocinando ese puchero con pollo tan delicioso, -un manjar- solía decirle.

Recuerda a su compañera de muchos años, yendo y viniendo, con las bolsas del mercado, o con la escoba en mano, secador, balde y el trapo de piso. Cuando llegaba la hora de la limpieza, él abría la puerta del baño y mirando la rejilla del piso le hablaba a los supuestos microbios que se alojaban

.-¡Muchachos guarda que llegó la loca de la lavan dina!-

Eso recuerdos, los interrumpe la voz de la periodista del noticiero de las ocho, quien comenta de un asalto:

Nuevo ataque a una pareja de ancianos; fueron sorprendidos dentro de su finca, maniatados y golpeados brutalmente, mientras les exigían la entrega de dinero- la imagen era por demás de elocuente, mostraba al hombre con heridas en la cara, y a su mujer con hematomas.

-¡Que barbaridad, ni a un perro se lo trata así- murmuró entre dientes, mientras tomaba su sopa.

A la mañana de día siguiente, don Camilo, salió a hacer las compras, bastón en mano, una gorra de liviana y una campera tela de avión , entró en la despensa del Turco Juan, habían tres viejos amigos esperando, uno de ellos, a quien conocía de la cola en el banco lo encara.

-¿Qué me dice don Camilo, se enteró? le robaron a doña Matilde, doña Matilde la modista, que vive pegadito al terreno de acá a la vuelta pobre mujer la esperaron cuando venía de cobrar la jubilación, le hicieron una entradera y encima de que le sacaron la plata la golpearon, ahora está internada en la sala de guardia del regional, pobrecita; que gente de mierda, no respetan nada-

-¡Y lo peor- (Dijo el otro viejo) -Es que la policía los detienen, pero entran por una puerta y salen por la otra; miren lo que pasó con el gringo Antonio…el bicicletero; vio por la ventana que le entraron a robar en el taller y llamo a 911, los agarraron y como eran menores, al rato estaban libres, y que hicieron dos noches después… fueron de nuevo, pero a la casa el gringo, le patearon la puerta de noche entraron a robarle y lo golpearon, pobre gringo ahora se está recuperando-

-¿Y con los chorros que pasó?- -¡Ja ja ja!…que pregunta…¿Los chorros?….bien gracias…les mandan muchos saludos don Camilo-…

El turco Juan que escuchaba la conversación mientras atendía dice con voz firme.

-¡Como me gustaría encontrarlos en el momento justo, mira…le doy tanto pero tantos palos hasta matarlo después lo llevo a un descampado y lo entierro… anda y reclámale a Montoto!-

– ¡Eh no hables así turco, ¿que lees? ¿Novelas policiales? Te convertís en un asesino…

-Si asesino,pero ¿Quién se entera??

Nadie contestó, don Camilo hizo la compra al turco y salió de la despensa.

Llegando a la casa, busca la llave, primero mira para un lado y para el otro, medio traumado de tanta escucha de violencia que prefiere perder un minuto antes de entrar y asegurarse que no haya nadie sospechoso; no hay nada, pero ve algo que le llama la atención; en la pared al lado de la entrada; hay un dibujo pintado con aerosol. Es una letra una Te pero escrita al revés; no entiende que es eso y pensó

Será obra de algún boludo que no tenía nada que hacer y ensucia las paredes-pero algo le dice que esa letra está puesta a propósito, algo había escuchado de pintadas en las paredes para identificar una casa, una vez que entra, cierra con llave, traba puertas y ventanas, se sienta frente a la notebook; entra a google y escribe:

Dibujos de delincuentes para identificar una casa; hace un clic en imágenes; le aparecen unos cuantos gráficos, entre ellos hay una T mayúscula al revés igual a la que le habían pintado en su entrada; y lee lo que dice debajo.

VIVE GENTE MAYOR SOLA

Don Camilo empieza a traspirar

-Algo acá no está bien, seguro que soy el próximo candidato-…apaga la notebook y se empieza a maquinar; que hacer…lamar al 911…y que le van a decir…que borre la pintura con cal y esté atento, vigilancia no le van a poner, armas no tiene y sabe también que por más que a los chorros les entregue lo que tenga lo van a golpear igual como a los viejos del noticiero en la tele.

Va al galponcito del fondo de la casa; piensa y piensa; se acuerda de la conversación en la despensa del turco Juan…

(-¡Los denuncian…los meten presos…pero entran por una puerta y salen por otra y vienen después a golpearte!-)…(-¡Pobre gringo ahora se está recuperando de la golpiza!-)

Todos los comentarios revolotean por su cabeza. De pronto, se le ocurre algo, abre un aparador viejo y despintado, saca una caja con veneno de ratas y el bidón de cinco litros del pesticida que usa para rociar las plantas.

Vuelve a la cocina, prepara una cena, otra de las cosas que aprendió de Lucía, saca un disco de tarta y carne picada de la heladera, la fríe con cebolla, y morrones, le agrega aceitunas.

Luego del segundo cajón de la mesada saca unos guantes de goma se los pone y pica con el cabo de una cuchilla una cantidad de raticida para lo mezclarlo al relleno, junta el polvillo, lo pone en el disco y lo hornea.

Abre la botella de vino se toma un vaso, pero rápido porque no es tiempo de saborearlo como lo hace otras veces, le echa un poco del pesticida al vino agita la botella y la deja en la mesa sin el corcho.

Cuando la tarta está a punto la desmolda le saca tres porciones y las tira en la bolsa de basura junto con los guantes que uso para picar el raticida, prepara la mesa en el comedor, un mantel corto, pone los cubiertos con los que cortó la tarta al lado de un plato, una servilleta que paso por su boca; al lado pone en un vaso un poco de vino de la botella con el pesticida.

Ya es de noche…no cenó; no hay ganas; sabe que en cualquier momento pueden aparecer; se persigna, toma el retrato de Laura que tiene en el aparador y le dice

-Vieja perdóname, si no salgo de esta, seguro que me junto con vos…ayúdame por favor-

…el reloj marca las once de la noche, escucha ruido y voces afuera, mira por la cortina, y ahí están, son tres, uno hace de campana mirando para ambos lados de la cuadra y los otros dos hablan en voz baja y mirando para la casa, entonces Don Camilo toma coraje, no espera que rompan una ventana, ni puerta y ni que entren por el techo, saca el bolso de la basura aunque el camión recolector ya paso una hora antes, llega a la puerta de entrada, rezando, con valentía y sin meditarlo abre la puerta. no prende la luz, hace bastante ruido con la cerradura como para que se escuche, y sale a dejar como todas las noches la basura en el canasto. No ve a nadie pero cuando se da vuelta para entrar siente un golpe de puño en la nuca y un empujón que lo hace trastabillar y lo llevan para adentro, cuando está en el piso escucha una voz fría y sin sentimiento.

-Donde tenés la guita viejo de mierda… ¡Dame la guita!

Es la voz de uno de los chorros, el otro le dice

-Hay que atarlo…pará que busco algo-

Va al dormitorio y trae un cable del velador, lo sientan en una silla de madera con respaldo y le atan las manos.

– ¿Y viejo -?..Escuchaste lo que te dije?…donde esta la guita-

Entre pregunta y pregunta a Don Camilo le dan fuertes golpes en la cara…

-¡No tengo plata…todavía no cobre la jubilación, llévense lo que quieran pero por favor no me peguen!-

-¿Escucharon eso?…No cobró la jubilación….poooobre…se me parte el corazón…me dan ganas de llorar- los otros dos se ríen y este le asesta una trompada en el ojo derecho

-¡Dame la guita viejo de mierda! donde la tenes la puta madre que te pario…puto del orto te pensás que soy pelotudo?…ehh contesta ¿ Me tomas por pelotudo?

-No señor-…

¡Oh!…pero ¡que educado!, me dijo… “señor”….ja ja ja-….

y le pega otra trompada en la boca, se da vuelta para encontrar algo de valor, mira para el aparador ve el retrato con la foto de Laura, lo toma, la mira con esa mirada fría y burlona…

-¿Y esta vieja, es tu mujer?…que pasó viejo?…se te murió?

…le acerca el cuadro a la cara de don Camilo…

-¿Y qué tal era en la cama? ¿Se movía che?…. ¿o se la movía tu vecino cuando vos ibas por la jubilación?….y volvían a reírse de la manera más despiadada y cruel sin ningún código de respeto por un anciano…don Camilo los miraba sin decir palabra…mientras le revisaban los cajones…ya tenía en su poder la notebook y un reloj que Camilo guardaba en su cajón del dormitorio.

-¡Che no hay mucho acá…una tele… la noteboock…un reloj…un celular…y la ropa pero ropa de viejo que no sirve para una mierda…

-Seguí buscando anda a ver si hay herramientas algo de valor-… busca pelotudo revolvé dale!-

Y seguían tirando cosas al piso buscando y buscando…hasta que el momento esperado por don Camilo había llegado…uno de los chorros, el cabecilla, mira la mesa.

-¡Che…vengan, la mesa está servida!…mira el viejito; la cena que se está mandando…

(Mira la botella y deletrea en la etiqueta)…

-Vino ca… caberné…sauuviñon…pero mira vos!…te das los buenos gustos viejo eh?

Los dos cómplices se sirven vino, cortan porciones y comen la tarta…

-Todavía esta calentita… -¡dale…serví mas vino! -…le dice uno de los ladrones

-Acá hay una caja de herramientas, una pala, un pico y rastrillo….

Aparece el tercero que seguía revolviendo.

-Eso no boludo-..Deja la pala el pico y rastrillo…a ver si nos contagiamos ja ja ja!

El tercer chorro ve que están comiendo …

–¡Eh! che paren, dejen algo….yo también quiero -….

mientras don Camilo los miraba con miedo y rezaba por dentro.

-¿Qué hacemos con el viejo?…¿lo boleteamo?-….el otro con la boca llena y mirando el poco botín que tenían contesta…

-No… vas a gastar pólvora en chimango…este ni habla del cagaso que tiene…dejalo …son viejos boludos que no sirven pa mierda-

Después de algunos minutos, uno de los chorros empezó a tener arcadas y empieza a vomitar…el jefe lo mira sorprendido ¿Qué te pasa boludo?…en ese momento sintió que la vista se le nublaba y el tercero igual empezó a sentir puntadas en el estomago.

-Es la comida… o el vino algo tiene-….lo mira a don Camilo

-Viejo de mierda!…¿Qué le pusiste?-…la puta que te pario te voy a matar! Viejo… de m……

No alcanzo a terminar la frase y cayó en el piso…una espuma blanca le salía de la boca… otro fue a la pileta de la cocina y abrió la canilla puso la boca debajo para enjuagarse….pero cayó al piso y el tercero caminó tambaleándose hasta a llegar al patio se sentó apoyando la espalda en la pared y ahí quedo inmóvil…

A la media hora Don Camilo se inclino para caerse de la silla…como pudo zafó los brazos del respaldar y con toda la desesperación pasó entre sus piernas, las manos atadas adelante y con la boca empezó a tratar de morder la atadura del cable…hasta que logro zafarse…miró al que lo había golpeado que estaba caído al lado de la mesa…se acerco y noto que respiraba con dificultad tocándose el estomago y emitiendo un quejido de dolor, Fue al baño se lavo la cara y con una toalla mojada se limpio las heridas fue al patio y vio el cuerpo tendido y apoyado en la pared …lo toco con el pie y no se movía, hizo lo mismo con el que estaba en la cocina había quedado con el cuerpo inclinado al lado de la heladera, los dos estaban muertos; volvió a la cocina sacó una bolsa de nylon de la basura y se dirigió al comedor. Se agacha delante del que lo había golpeado y humillado….seguía jadeando totalmente inmóvil.

Se miraron a los ojos …la mirada del delincuente era una mezcla de odio y miedo a la vez…sabia que de esa no saldría… don Camilo lo miro a los ojos…y le dijo

–¡Que Dios te perdone…que Dios te perdone muchacho…porque yo no-

Una carga de odio invadió a Camilo…recordó de los golpes… la humillación… las barbaridades que dijo de Laura… lo tomó del pelo ,le puso la bolsa en la cabeza atándosela en la nuca y apretó firme… hasta asfixiarlo.

Se retira unos pasos y contempla la escena; en esa casa, en ese comedor, donde había pasado tantos momentos felices con Laura, tantos cumpleaños, y navidades, ahora estaban en el piso; los cuerpos de tres ladrones.

Don Camilo llora, le tiemblan las manos, un arrepentimiento lo invade pero ya estaba hecho

Le cruzan miles de ideas…llamar al 911…pero se llevarían los cuerpos le harían autopsia, y descubrirían que estaban envenenados…como justificaría la pizza con el veneno de ratas y el vino con el pesticida…lo encerrarían por homicidio culposo…entonces…se acordó de lo dicho por el turco Juan.

(-Le doy tantos palos hasta matarlo…lo llevo a un descampado y lo entierro…y anda a reclamarle a montoto)-

…Y pensó en la única salida….los canteros del jardín.

Con la fuerza que saco vaya a saber de dónde…arrastra los cuerpos desde la cocina y el comedor hasta el terreno donde está el jardín del fondo cerca de los canteros …le saca a cada uno las zapatillas … las guarda en una bolsa…con la pala de punta, hace más profundo los pozos de los tres canteros ,de un poco más de medio metro…después ; envuelve a cada uno con bolsas grandes que usaba para poner el pasto cortado o las hojas secas, trae una de cinta de embalar del cajón de la cocina, le da varias vueltas ata y tira los cuerpos, uno en cada cantero, también la bolsa con las zapatillas.

Después va hasta el galpón, con un balde busca una bolsa de cal que tenía guardada y la tira encima de los cuerpos, los tapa y con el rastrillo, acomoda la tierra, limpia la pala y rastrillo y la guarda; va a la cocina… limpia y tira en el tacho de basura todo lo que había quedado en la mesa; lava las copas que habían usado para tomar el vino macabro; con unos papeles de rollo de cocina, junta las manchas de espuma y vomito que habían dejado, las tira en el inodoro y limpia el piso. Pone el resto de comida en una bolsa del tacho, la ata y la deja para sacarla a la noche siguiente, vuelve a poner las cosas en su lugar, la ropa en los cajones del ropero ,el televisor, la notebook y el reloj no sin antes pasarle una franela para borrar huellas; ya casi amanecía, recién se daba cuenta de todo lo que había pasado, había sido una larga noche y se tira tratando de dormir.

Por varios días no se asomó a la puerta ni hizo mandado alguno hasta que no se le fuera las marcas que los violentos; habían dejado en su rostro.

Pasaron tres meses…era el día del cumpleaños de don Camilo. Estaba sentado junto a sus dos nietos mientras le cantaban el feliz cumpleaños; sopló la velita con el número setenta y seis… entre aplausos y saludos pasaba una fiesta alegre en compañía de sus seres queridos.

Sus dos nietos van a jugar al terreno del fondo y su hijo le habla del nuevo ascenso que le habían dado en la empresa, su nuera reparte la torta a los invitados, esos amigos de toda la vida, que ahí estaban junto a Camilo.

De pronto se abre la puerta de la cocina y su nieta grita.

¡Mama!…. ¡Papiii! …. ¡Vengan a ver lo que hay en el jardín!.

El rostro de don Camilo cambió….un sudor le empezó a caer de la frente arrugada por el paso del tiempo… minutos después; entra el hijo en la cocina…Con asombro mirando al padre le dice.

-Papa…. ¿Qué es lo que hiciste?

Detrás aparece su nuera muy sorprendida

-¿Como pudo Don Camilo?

Sus dos amigos se miran también sorprendidos…no entienden que está pasando

-¿Che Camilo que pasa? ¿Qué es lo que hay en el jardín?.

Don Camilo no contesta….como explicar lo inexplicable…como hacerle entender que lo que hizo fue en venganza por tantos viejos indefensos robados, castigados, humillados por la impotencia, la inseguridad, la des-protección, la impunidad, y por la injusticia de la justicia.

Cuando se disponía a contestarle….su hijo se acerca lo toma por los brazos y le dice….

– ¡Viejo….te felicito!!!….es lo mejor que pudiste hacer- su nuera también se acerca –Si suegro, lo que hay ahí es de no creer- El hijo sonríe.

-¡Son los canteros mas lindos que he visto en esta casa. te pasate viejo!

El rostro de Camilo vuelve a tener un mejor semblante. van los tres y sus amigos a ver de qué se trataba.

Y ahí estaban…lo que a un poco más de medio metro abajo eran tumbas…arriba habían tres canteros en forma abanico con flores de primavera, prímulas, petunias, margaritas y pensamientos matizados.

-¡Te felicito viejo!, no sabía que le habías puesto tanta dedicación a las flores sos un buen jardinero….

Don Camilo le responde con una sonrisa irónica mirando los canteros.

-No hijo; jardinero no… ¡PAISAJISTA!….

Mientras, sus amigos miraban sorprendidos los tres canteros, en el televisor de la cocina, una periodista daba un adelanto del noticiero de las ocho.

¡HASTA LA FECHA SIGUE SIN NOVEDAD EL PARADERO DE LAS PERSONAS QUE VEMOS EN PANTALLA…HACE TRES MESES DESAPARECIERON SIN DEJAR RASTRO, DE ACUERDO A LA INFORMACION, SERIAN DELINCUENTES CON ANTECEDENTES POLICIALES Y HABRIAN SALIDO DE LA CARCEL CON REGIMEN DE PERMISO DOMICILIARIO!-

Fin

Ruben Ielmini (ISBN: 978-987-3657-22-1)

Mar del Plata- Noviembre 11 de 2016

Depósito Legal de Obra Inédita: Exp.nº 5332686 (31 ene 2017)

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