El dolor de la razón

El dolor de la razón

Ernesto Clemenza

06/12/2017

Quien iba a decirlo, te convertiste en el mejor de mis recuerdos y en el peor de mis futuros. Con las cuerdas del destino reventadas y la guitarra muda vago entre bares y cantinas en búsqueda de una gota que me enferme de olvido y me alivie este dolor; el dolor del corazón, el dolor de la razón. Ahora tu, si estás leyendo esto, regrésame las mañanas y hazme flotar de nuevo por las noches, porque en los días no encuentro el sol y por las noches me enfermo de insomnio, y es que estos ojos míos ya se hartaron de tanto llorar, de tanto buscarte a ti, de tanto encontrar la soledad. Estos parpados que con las yemas de tus dedos un día acariciaste y que hoy no se cierran más que cuando comienzan a llover.

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