La garra del demonio ensangrentada

Demonios acá, demonios allá, pero, ¿cuándo se irán? Llevan tiempo ahí adentro, parecen siglos, aún más los días pasan, la luna contempla en silencio y da esperanza.

Viven hace tiempo dentro en un mismo lugar cada vez son más y más, cada vez tienen más posibilidades de ganar esta guerra… parece mentira que comenzaron a convivir pequeños conmigo y ahora míralos, ya son más grandes que yo y me da pena porque pensé que no crecerían de esta manera tan brusca.

Me atormentan a todas horas, se meten en mis sueños para convertirlos en pesadillas, allá a donde voy están ellos… interponiéndose ante mi, burlándose de mi, haciendo que todo me valla mal, queriendo quitarme del medio, como si el camino por el que voy fuera el suyo y no el mio. Me atrapan con sus miradas y con las mismas me matan un poco más. no dejan que sonría como, alguna vez, hace tiempo, lo hacia.

Hablo de ellos y les echo toda la culpa, pero sé que realmente no es así, que realmente la única que se interpone en mi camino soy yo, mi mente. ¿Cómo hacer para liberarme de ella? No, de ella no, ella debe seguir. Solo debo echar a esos malditos monstruitos que tomaron mi mente como su cueva.

Mi mente es más débil de lo que pensaba. Esto no puede acabar así. No debe acabar así. deberé anteponerme ante ellos, aunque me cuesta la vida, pero no pueden seguir viviendo dentro de mi cabeza..