La vida me está aplastando

como el cristal en sus manos.

Tengo planes para el tiempo,

y no tengo terreno

donde poner mis pasos.

La gente me rompe como una nuez

me comen junto con todas las debilidades.

La pared habla en voz alta

y cuenta los gritos del niño en mí.

Este es sólo un día ordinario en una fila

un día injusto que dura tanto como la eternidad.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS