Tengo sed, vente

Con la mente inerte y el deseo palpable, me acerco a ti sin empuñar mi sable, te apoyas en las sabanas esperando a que hable, a que te diga cómo podré sacarte al cobarde, tu libido, ese éxtasis convertido en tibio liquido, se perturba el ambiente tranquilo, de placer se llena el ruido, un charco en el piso frío y mis fauces satisfechas porque hiciste de tu elixir, mío.

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