​LA SOLEDAD DEL MUNDO

​LA SOLEDAD DEL MUNDO

Luis Madrid

04/10/2017

LA SOLEDAD DEL MUNDO


¿Con que ese es el titulo? Después de tanto pensar y consultar a los que somos cercanos contigo, en este maravilloso mundo de las letras; con sus correspondientes implicaciones políticas y sociales; da la impresión que has cedido a la peligrosa tentación de plasmar lo mejor de tu inteligencia en un titulo, cuya significación es demasiado trágica. ¿Acaso aun crees en la vigencia de ese recurso literario tan propio del romanticismo del siglo XIX? Te veo y sin que pronuncies palabra alguna, ya puedo deducir el principio de tu respuesta. Con los años la madurez empieza a hacerte bastante previsible Traian. Ella quizás estando aquí tendría mi misma opinión.

–Mi amigo Luis Samuel. ¿En verdad las palabras del titulo, te parece que dibujan una idea trágica? Imagino que habrás podido considerar que entonces podría ahuyentar lectores potenciales. Pero fíjate en este particular detalle: Si la gente no huye muchas veces de la tragedia, en sus diversas formas de expresión día tras día: sino que mas bien con cierto estoicismo se atreve a soportarla; Si la resignación y la indolencia, que deben ser otras formas que la tragedia ha de tener para expresarse, gana terreno entre muchos de nosotros; aunque nuestras miradas oportunamente volteen hacia sitios mas gratos y cómodos a donde mirar. Te parece que un titulo con lo corto y vano que puede ser, ¿Sera verdaderamente suficiente razón para ahuyentar lectores? El mundo intelectual de hoy debería preocuparse por otras cosas. Pues miremos objetivamente a nuestro alrededor: Claro puede verse como distintos factores, tienen tiempo ahuyentando de nuestro ser la inteligencia, la solidaridad, la coherencia. En esto imagino compartirás conmigo. Mas que temer menos lectores Luisito, temo que siga disminuyendo la oferta de argumentos para la reflexión en este mundo crecientemente banal.

Sospeche nuevamente buena parte de tus palabras, antes que pronunciaras una sola en tu anterior respuesta. Solo te falto decir que de este mundo tal cual como esta y tal cual como va, de tener la posibilidad, encantado de la vida te animarías a bajar. En una aventura como esa, alguien como yo te acompañaría también. Quizás porque como sugiere tu novela, y llevándolo a mis ultimas experiencias, cada día que transcurre se me hace mas difícil, soportar la soledad en su versión tumultuosa: tan propia de las ciudades donde tu y yo crecimos y que día tras día, cuesta mas reconocer, cuando miramos a ese idealizado ayer de nuestras vidas, que nunca volverá a ser. Pensándolo bien, quizás después de todo, no sea malo el titulo de esas páginas que escribiste recientemente. Quizás solo se trate de una ventana suficientemente clara, que nos permita ver sin tantos ornamentos, mucho de lo que somos y vivimos.

–Ahora yo soy el que sospecha la motivación de tus palabras anteriores. ¡Si pudieras verte en un espejo ahora mismo amigo mío, viendo y analizando mejor el titulo de esta novela que recién ve la luz! Al momento, algo me dice, que no exactamente consideraciones literarias, son las que pasan por tu cabeza. Sino de otro tipo. De esas que en algún momento nos han hecho grandemente alegres y que a algunos, después de un tiempo, nos suelen hacer irremediablemente nostálgicos. ¿Ahora mismo ella es tu recuerdo principal verdad? ¿Extrañas más sus ojos o sus manos? Mejor no me respondas. Tu mirada indisimulable lo responde todo, aunque muchas veces no quieras responder. Si algo debo reconocerte en este caso, es que tu coherencia tiene mayor resistencia, de la que había calculado. Contigo el tiempo y su efecto desgastante han de cruzarse de manos. Aunque ojo: ella también ha de tener sus méritos. Le reconozco también algo que a ti te falta. Ella es valiente. Al final fue mas valiente que tu. Pues valor se necesita para condenar afectos y sonrisas a los baúles del olvido…

–¿Seguramente te negabas ese escenario, cuando medias tus posibilidades, verdad? Apuesto que te amparaste en la razón y allí volviste a errar. Termina de entender de una vez por todas que la razón en ocasiones, no es suficiente para la conquista de la victoria Luisito.

Si algo a veces no me gusta de ti Traian, es tu gran capacidad para acertar. Quizás tu formación en psicoanálisis, en el este de Europa, te ha permitido contar con esta ventaja relativa, cuando te permites analizar a alguien, para saber y entender un poco más de cuanto es o siente. Efectivamente extraño sobremanera sus ojos y sus manos. En tu novela también haces mención de cosas valiosas, que consideras no volverás a poseer. Te duele incluso, según narras allí, ver con tus ojos, como se esfuman las más bonitas de las ficciones, que alguna vez habías identificado como inapelables certezas. Por tanto no me quedara tan difícil, el negarme a renunciar a un recuerdo que es mucho más que una evocación idílica, o una posibilidad frustrada. Es simplemente, parte de lo mejor que la vida me ha obsequiado, en estos últimos años. Otra cosa es que dicho obsequio, haya iluminado lo mejor de mis sentires, poco tiempo. Otra cosa es, que lamentablemente el cariño en este mundo, tenga tantos conspiradores detrás y delante de si. Otra cosa es que tanto bienquerer, sea en ocasiones esquivo para algunos. ¿Acaso no lo fue también para el protagonista de tu historia? Johann también estuvo bastante tiempo solo por voluntad de tu deseo e imaginación. Johann también conoció de cerca lo que puede ser la penumbra, aunque la oscuridad física no se posara sobre su cabeza.

–Mas que por mi voluntad y deseo, la soledad de ese hombre se debió a una necesidad practica. Las necesidades muchas veces son las que permiten que seamos capaces de evolucionar. El fin de esa durísima soledad plasmada en capítulos de mi novela, era iluminar mediante la reflexión a un colectivo, que bien sabes parece mas que dormido: simplemente reacio a pensar. Porque esto ultimo requiere algún esfuerzo, y el esfuerzo no suele ser un ideal complemento para la comodidad. Las soledades en si, no siempre deberían significar el fin del mundo. Lo que pasa es que para nosotros en occidente, tienen un símil en la psiquis colectiva impresionante, con el Apocalipsis. Pero a día de hoy, considero que la soledad en sus diversos tipos, con todo y su amargura, ha de ser más llevadera si se le mira como potencial oportunidad. Es posible que nuestro mundo empeñado en la reivindicación de la inmediatez, esta idea alternativa no pueda completamente comprender. Pero nuestro amigo Johann si pudo, pese a las lágrimas finales de sus ojos. Tú también podrás, con todo y que eres reacio a renunciar a una nobleza que, a nosotros como especie, por la misma lógica perniciosa y alienante del sistema, me parece que ya no nos definirá…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS