Los Negocios y la Escuela

Parece que me había preocupado y odiado a mi mamá inútilmente, al Jasthyn pareció importarle poco y nada la muerte de su piojo. Me parece que ni siquiera recordaba habérmelo prestado cuando le conté acerca del crimen cometido por mi madre a pesar de mis ruegos y lamentos ni siquiera se inmutó, supongo que tenía piojos de sobra y le daba lo mismo que le faltara uno. Me sentí un poco más tranquila, pero también algo desilusionada, si me muero algún día me gustaría que a alguien le importara aunque fuera un poco.

Unas señoritas llegaron hoy día en la mañana a la casa del Jasthyn, tenían caras entre sonrientes y asustadas. ¡Bueno! No es que yo los haya visto, pero cuando fui a pedir fiado el pan al negocio de la Anita algunas vecinas estaban informándose acerca de esta noticia. Ellas hablaban además de la expresión en el rostro y el cuerpo de las cuicas, que se metían a la pobla. A los cuicos se les nota caleta que son quicos. Ellos al dinero le dicen efectivo, nunca tienen y todo quieren pagarlo con unas tarjetas de plástico, pero aquí en la pobla al dinero le decimos moneda o money. Casi todos pagan con monedas, pero en la quincena, porque el resto del tiempo nadie tiene ni una chaucha, incluso hay que pasarse por arriba o por debajo de los torniquetes de las micros del Transantiago para ir a cualquier parte.

Los negocios más pulentos igual tienen máquinas para pagar con la cuenta rut, el negocio más grande y bacán de aquí es la botillería del Careraja. ¡Bueno! igual hay otros negocios bacanes donde corre mucho money, dicen. Pero esos son como secretos, solo se escucha hablar de ellos y no tienen pinta de negocio, son solo casas. A veces son las más grandes y lindas, las que tienen soldados que las cuidan, cámaras y muchos autos super bacanes. A mi el que más me gusta es el carrito del maní, que tiene un tren con un silbato, lo malo es que pasa tan tarde en la noche que no creo que ningún niño pueda comprar. Yo no entiendo cuál es el negocio de vender maní después de media noche. De los niños, solo al Jasthyn lo he visto comprar una vez que me puse zapiar por entremedio de la cortina de la ventana del comedor para saber qué era lo que escuchaba sonar en medio de la noche por la calle silente y en penumbras después de que ya todos, grandes y chicos estábamos acostados.

Yo creo que es bueno ser soldado, porque así uno cuida los negocios y a la gente del barrio. Hay que cuidarlo de los señores carabineros pacos, porque son muy malos. En las mismas noticias lo vienen diciendo hace como un mes. Dicen que vienen robando muchos millones a todos los chilenos desde hace mucho rato. En realidad yo creo que solo a algunos chilenos, porque si los que vivimos en la pobla somos igualitamente chilenos, no tenemos dinero que nadie pueda robarnos. Por ejemplo mi mamá, no tiene ni pal pan a pesar de que se rompe el lomo, como dice ella, todos los días allá en una casa en la Dehesa. Ella sale de la casa muy temprano, porque su trabajo es muy lejos. Yo medio me acuerdo, nos pone la ropa del colegio a mi hermana y a mi, así medio dormidas pero vestidas con el uniforme del colegio, nos deja cada mañana sentadas en el sillón esperando a la vecina que nos lleva todos los días al colegio junto con el Brayan, el Careflauta y la Yanira, sus hijos propios y de sus tres maridos. Bueno, yo nunca le he visto a ningún marido, eso es lo que he escuchado cuando mi mamá conversa con otras vecinas. Yo ya aprendí bien eso que los grandes dicen “políticamente correcto”, asique ni por asomo menciono lo de los tres maridos.

Lo que si podrían robarnos es el plasma de 50 pulgadas que ocupa toda la pared de la casa, la Pley 4, el Ipad y las zapatillas de marca cosas que mi madre ha comprado en el mol en cuotas que duran la vida entera o ropa linda que le regalan los patrones. Pero en mi casa, nadie puede entrar, porque está entera enrejá. Asique, todo a salvo.

Aquí la gente no los quiere nada, a los señores carabineros pacos me refiero yo. Además de lo que ahora que sabe, la gente grande dice que mataron a muchos de aquí mismo de la pobla, hace ya muchos años, cuando todavía estaba un alguien que era un general, cuyo nombre no me acuerdo. Yo no sé quién sería ese, pero al parecer el jefe de los malos, de esos que son malos, malos, pero que saben hacer que alguna gente que es más tonta los crea buenos. Yo creo que a eso es lo que se llama rencor, no entiendo mucho que los grandes tengan rencor guardado para tanto rato, porque a los chicos nos dicen que eso no es bueno. Tal ves no sea bueno solo para los chicos, cuando yo sea grande quiero tener mucho rencor, igual que los grandes. Es importante tener mucho de distintas cosas, no se bien para que, pero hay que tenerlas, si uno tiene mucho se hace importante y todos lo respetan.

A mi, lo de los señores carabineros pacos me tiene muy confusionada, no me parece que sean malos como dicen, porque yo mismísimamente los he visto hartas veces ayudando a la gente en los choques, atropellos, borracheras, peleas callejeras… Incluso vienen seguido cuando el vecino llega curao y le pega a la vecina, ellos la defienden, porque nadie más se atreve y se lo llevan a la cana. También vienen a llevarse a los cabros que toman, fuman y hacen leseras en el sitio baldío de la otra cuadra.

Después de que las señoritas lindas y paltonas vinieron a la casa del Jasthyn, comenzó a ir todos los días colegio. Yo estaba tan feliz, porque ahora que hacía frio no nos dejaban salir a la calle ni un ratito a jugar con su carrucho y no podía verlo.

El Jasthyn y yo íbamos en el mismo curso.

¡Buenos días! -Dijo sonriente la profesora de lenguaje.

Siempre, todos los días de la vida parten con lenguaje y otro, con matemática. Se repite: lenguaje matemática, matemática lenguaje; lenguaje matemática, matemática lenguaje… todos los días y después de eso viene lo entretenido: educación física, música, artes… aunque a ratitos muy cortos. Creo que lo que más importa en la vida son el lenguaje y las matemáticas, luego viene la prueba Simce, Dios y todas las demás asignaturas y cosas de esta tierra, del universo entero, del infinito y del más allá.

Cuando yo era más chica me gustaba todo, cuando caminaba por la calle nos gustaba inventar juegos con mi hermana y mi mamá con los números de las casas, las patentes de los autos, los letreros de los negocios y de las calles. Pero ahora ya no me gusta tanto, me cabriaron los números. Con que a todos los profesores en la escuela les guste, yo creo que basta.

La profesora miró al Jastyn y dijo ¡Ah! Tenemos visita.

Usó un tono que no parecía muy amable. El solo bajó la vista y se hizo el leso. En eso como en tantas otras cosas el era bien capo.

Después de saludar hay que leer el objetivo de la clase y escribirlo en el cuaderno, bueno no es tan importante leerlo como escribirlo, la profesora lo lee en unas hojas o en su computador y lo copia en la pizarra, nosotros copiamos la copia que ella hace en la pizarra en nuestros cuadernos con letra califrágica.

¡Bueno! Es cosa por todos sabida. Todas las clases comienzan exactamente de la misma forma, al menos cuatro veces al día repetimos esto todos los días de todas las clases de todas las semanas, de todos los meses entre marzo y diciembre de todos los interminables años que tenemos que estar empaquetados y guardados en el colegio. La escritura del objetivo y la repetición de las normas me tienen chata. Yo respeto las normas y también mi hermana, pero al Jasthyn le dan lo mismo. El llega y habla sin hacer pedimento de la palabra y no es que hable mucho, pero a veces los otros cabros lo hacen enojar. Lo molestan, lo molestan y lo molestan, por puro gusto. Entonces el, sin pedir na le dice:

-¡Y vo perro …ao! Andai puro dando jugo ¿Tay achorao? O ¿Tení mucha sangre? ¡Te vay a chantar! ¿entendí? Sino te voy a sacar la… Eso, acompañado de unos gestos con las manos y una mirada que ni mi madre podría superar cuando está enojá y los cabros dejan de molestarlo por un buen rato.

Yo encuentro injusto que las normas sean solo para los chicos, nosotros no podemos sacar el celular, pero la mayoría de los profesores si puede usarlo en la clase. Cuando estamos ocupados copiando la copia, de la copia de la pizarra o del data o hacemos la guía de trabajo, los profes aprovechan de entrar al face y escribir mensajes en el wasap, yo de reojo los he visto.

El Jasthyn no tiene cuadernos yo le presté el mío en secreto, pero no el de lenguaje, el de música que está más vacío, porque el profesor es más entretenido y más cantamos, bailamos y tocamos instrumentos que escribimos, por lo general en música solo escribimos la fecha y el objetivo.

La profesora preguntó al resto de la clase si alguien tenía un lápiz para prestar, esto también se repite casi todos los días. Solo que en algunas clases, en otras el Jasthyn pasa piola y nadie cacha que no copia el objetivo, que no tiene cuaderno ni nada. Porque copiar es muy importante para ser alguien en la vida, pero como el Jasthyn ya es más que alguien, no necesita copiar ninguna aburrida cosa.

Dos veces a la semana lo viene a acompañar a la sala la tía Píe en la hora de lenguaje, porque dicen que tiene problemas de aprendizaje, una dis y una hiper… algo. Yo no estoy muy segura de quién son los problemas si del Jasthyn, de la tía Píe, la tía asistente, la profesora misma o del psicólogico, la cuestión es que hay problemas y la tia Píe parece que es la que se encarga. Si me preguntan a mi, el único problema del Jasthyn es que no le gusta bañarse, ni cambiarse ropa y a veces huele un poco feo, pero a mi no me importa mucho, porque yo lo quiero igual no más.

Todos los días apenas suena el primer timbre llega la tía repartidora de pastillas con un jarro plástico con agua. Todos podemos escuchar el glup, glup, glup del recorrido de la pastilla con el agua que entra por su boca sigue por el güergüero, el esófago y cae de un suácate en el estómago del Jasthyn. En cuando se la traga se queda medio aturdío toda la mañana. Eso no me gusta mucho eso, porque no logro que se anime a jugar a la hora del recreo hasta se queda a dormir en la sala. Yo lo dejo no más que duerma, mientras no pase nada muy entretenido, lo mejor que podría hacer uno en la mayoría de las clases es dormir, a mi me dan muchas ganas a veces, pero pido permiso para ir al baño, me muevo, me mojo y tomo agua. Ahí se me pasa. Pero dormirse a la hora del recreo, hay que estar pastillao, enfermo, castigado o algo como eso. Me da pena ver la Jasthyn se pone lacio, como espárrago chupao. Sus ojos se ven tristes y adormilados y parece que las pestañas tiesas y copiosas le pesan porque anda con las persianas a medio camino. Pero los doctores y los profesores saben harto y tiene que tomarse no más las pastillas para que se mejore pronto.

Yo un día me dormí por culpa de la mexicana que le hicieron al vecino de la esquina, las balas silbaban por arriba de los techos, algunas chocaban contra los muros de las casas. Es adrenalínica y emocionante la cuestión mi hermana mi mamá y yo nos metimos debajo de la misma cama y ahí nos quedamos casi toda la noche, casi ni respirábamos. Cuando los perros se callaron junto al silbido y los cuetazos de las balas nos metimos todas juntas en la misma cama. Al otro día me dormí en la clase, la profesora entera cejijunta me dio un tremendo sermón todo el rato y me lo banqué no más, porque no es bueno dormirse en la clase más si uno quiere ser alguien en la vida, aunque haya habido mexicana en la cuadra durante la noche, pero a veces uno no puede aguantarse el sueño.

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