CARTA A LOS CREADORES DE REALIDAD

VAMOS A CREAR TAMBIEN NOSTROS LA REALIDAD

“El primer Wittgenstein” en su libro Tractatus lógico philosophicos hizo un gran aporte a la ciencia en cuanto a las delimitaciones del conocimiento, (Aunque luego se retractase en varias cosas y completase sus formulaciones) pues de una manera genial definió que los límites de nuestro mundo sería el lenguaje. Por lo que instauro sin querer una extraña concesión de lo que es la realidad nuestra (curioso porque no estuvo metido como hoy en día tantos semestres en una institución para poder pensar filosóficamente) Pero antes en el siglo XVIII en Alemania, Kant proponía también una concepción de la realidad humana un poco extraña, pues la hacía tan suya que la hacía dependiente del sujeto, dejando de esta manera por fuera a lo real, estableciendo que verdaderamente no sabríamos que es un objeto en sí, o como dicen los diccionarios de Ferrater Mora “Noúmeno” , pues solo tenemos fenómenos.

Pero es aún más emocionante cuando Sartre en su libro “el ser y la nada”, propone entre otras cosas que el hombre al devenirle la nada, busca una la salida sobre esta, en su conciencia creadora, la cual polariza lo absurdo. Y ese mismo creacionismo puede servirnos para tener una visión cambiante de la realidad, pero por obvias razones los seres humanos a la vez que somos tan diferentes en diversas combinaciones, también solemos tener patrones de parentesco demasiado predecibles. Pues quizás esa misma sensación de asombro sobre el problema de la realidad fue la que sintió Cratilo y Hermógenes en la antigua Grecia, según el difunto Platón, donde uno proponía que el nombre era significante por convención y el otro que por naturaleza (Pues obviamente Sócrates metió la cucharada apoyando lo que no iba en contra de su teoría del conocimiento absoluto).

Debido a estas y muchas otras ideas, se puede observar que a través de la historia (o el acomodamiento de hechos) el ser humano ha dado giros monumentales en su realidad, pues esta al poderse modificar, desarrolla cierta preocupación e inseguridad de que lo que hoy tomamos por realidad, mañana llegue a ser una simple superstición sin razón de ser, ya que desde que el hombre se dio cuenta que a través del desarrollo de instrumentos, el dominio del fuego, la agricultura, el sedentarismo, la predicción de las lluvias, etc. Cambiaba lo que por sentido común se consideraba como la realidad, de ahí el adagio populista de que “El sentido común es el menos común de todos”.

Claudio Ptolomeo es uno de los más grandes ejemplos sobre esta cuestión curiosa, pues él escribió y recopilo una gran cantidad de información sobre lo que se conocía del mundo, donde incluía lo que también dijo Aristóteles, es decir la famosa teoría geocéntrica, así como la idea de que la tierra era plana, e incluso el mismo heliocentrismo. Pero como cosa extraña debido a lo que se podía experimentar en el momento se optó por el geocentrismo, pues era más cuerdo para un esquema de esferas al alcance de los primeros telescopios y cálculos matemáticos, que dicho de paso fue apoyado por mucho tiempo por las religiones de diferentes culturas. Pero la sorpresa es aún más cautivante, pues resulta que eso que se aceptaba por una gran mayoría de personas como realidad pura, fue remplazado años más adelante por el famoso Galileo Galilei, quien no solo dijo que las esferas o planetas giraban alrededor del sol, sino que se atrevió a decir que la tierra era un planeta más de un gran sistema, esto sería sin más ni menos una cachetada para el sentido común, pero obviamente esto fue desarrollándose paulatinamente, así que el cambio de realidad siguió expandiéndose a medida que el hombre en su impulso de curiosidad que lo ha hecho de cierta manera especial (O quizás se diga esto porque como especie nos deviene un extraño sentimiento nacionalista de tribu) y su información adquirida a través de la experiencia lo han hecho construir realidades nuevas, así que no solo existía un sistema solar en donde se movían los planetas, sino que este también se movía alrededor de una galaxia, y está a la vez en el espacio vacío, etc.

Pero lamentablemente en el diario vivir se pueden escuchar personas que dicen tener la peor memoria del mundo, pues expresan que no logran recordar gran parte de su infancia y estudios realizados en lo que llevan de su existencia sin siquiera revisar apuntes o comenzar a escribir un diario, pero que aun así se glorían de un gran sentido común y practicidad, diciendo con noble elocuencia que lo importante es “lo que va por dentro”, disfrazando la ignorancia y pereza con masoquismo, teniendo como consecuencia una realidad desfigurada de lo que se dice en el presente. Debido a ello, el hombre posmoderno ha perdido su asombro por estar actualizado en el progreso de los avances del conocimiento, esto debido en gran parte al cloroformo mercantil en las masas actuales.

Muy pocos logran estar a la par con los avances científicos y otras áreas del saber y eso que con gran esfuerzo y delimitándose a una sola área, dejando prácticamente en el olvido aquellos tiempos prósperos donde los hombres se instruían con entusiasmo, como en las épocas de grandes como Davinci, donde se hacía lo que fuera con tal de conocer de lo que se estaba trillando en el momento, tal y como es el caso de Newton, quien aprovechando sus influencias, obligo a un científico a entregarle su trabajo para poder ampliar el de él. Ni que decir del engaño que le realizo a Leibniz, o con el famoso calculo infinitesimal, pues como es bien sabido estos personajes llegaron al desarrollo de una teoría por distintos caminos, así que la pelea se dio al establecer quien la había desarrollado primero (Actualmente se sabe que fue Newton) llegando hasta el extremo de citarse en la reality society para solucionar el problema, que por cierto pertenecía prácticamente a Newton, donde obviamente Leibniz fue el perdedor.

De cierta manera lo que se quiere decir es que raya en el absurdo pensar, que en décadas anteriores las personas daban lo que fuera por tener a la mano con que instruirse, pero ahora con todas las facilidades que trajo la industria, varias personas solo las utilizan para perder el tiempo y evitar la realidad, donde por consiguiente también se da una desfiguración a la misma. Pero la idea de esta monografía no es quejarse al estilo de Bauman y las famosas relaciones liquidas, es más bien mostrar que “perder la memoria” es algo serio, pues si no recordamos siquiera cosas de la infancia, mucho menos vamos a recordar nuestra historia y menos la de nuestro universo que comenzó aproximadamente hace 13. 810 millones de años con el gigantesco Big Bang. Pues, la raza humana seguirá atrapada en la hegemonía de pensar que la tierra la sostiene una infinidad de tortugas o cosas como esas si no se mejora “la memoria”.

Por ello es importante mostrar como el hombre a través de la historia ha querido descifrar los secretos del cosmos, así como de lo real, por medio de teorías que se volvieron clásicas y que son un legado muy grande de la humanidad, por esta razón se considera importante hacer memoria de lo que se ha pensado del universo a vuelo de pájaro cómo dice el dicho. Así mismo, tratar de establecer lo que se debería considerar como realidad en nuestro tiempo, además de tratar de comprender, por qué la actitud del hombre intelectual es como es frente a la creación de leyes físicas, o mejor dicho, qué necesidad tiene el mismo para hacer tan grandes descubrimientos que no se han dado a esa escala en ninguna de las especies de nuestro planeta, de ahí INVITACION A SER NOSOTROS LOS CREADORES DE LA NUEVA REALIDAD.


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