Soy esa mirada fresca y tierna que aunque no la veas, todo lo observa, aún y en el oculto silencio tus frustraciones más secretas.

Tus gritos, tus alegrías, tus lágrimas y quejas hasta mis oídos llegan, retumbando en mí ser y haciéndome estremecer

Soy esa mirada silente que intangible te observa, esa que sin tu comprenderlo con dulzura te contempla. Si, te contempla y llora tus penas

¡Tú no lo ves! Sí, no lo ves porque la tuya aun está ciega

Ya que te cuesta creerlo y reconocer mi grandeza

Pues te absorben y te opacan tus penas

Me muevo sobre el viento como mi carrosa por excelencia, andando de aquí allá con cataratas de agua de vida perfecta

Y como gobernante por excelencia

Restaurando mi creación, y fortaleciéndola en el dolor

¡YO SOY!

Su excelente aliciente y consolación

Te abrazo como nadie te abraza, y te mimo tal y como lo haría una madre que ama

¡Aún mejor!

¿Por qué?

SOY EL QUE SOY

El que te observa, tu formador

El que escucha tus quejas

Aunque muchas veces ni las mías las tomas en cuenta

El que a tu corazón hoy quiere hablarte

El que en el desierto en tu caminar como errante, en ningún momento deja de acompañarte

Aunque parezca que así lo sientas, y que hasta mares de soledad en sus espesas aguas te envuelvan

Como queriéndote ahogar, y en su desalentador insistir, fastidiar

¡Recuerda!

Yo soy el dueño de la gloria, yo soy tu padre y gran autor, y no olvides que soy con quien tu ganas las victorias

Yo soy tu escudo protector

Tus más grandes aventuras, las vives revestido en mi amor, y en tus tristezas tu más fiel consolador

Pues no me es ajeno tu dolor

El sol hago salir hacia todos,

Para que su ardor les brinde cálida satisfacción

Y mi lluvia descender

Para que florezcan mis más gratos jardines de bendición

¡YO SOY!

El salvador del mundo, el más fino harte y reflejo del amor de DIOS

Demostrado con pasión y sacrificio

Demostrado en el monte de la crucifixión

con la cual floreció el más fresco anturio de tan grata salvación

Regalo de lo alto con amor

Y hoy está su consuelo…A su lado tienen al maravilloso consolador

Que los guía en el camino, y les recuerda las enseñanzas de su redentor

Él es la miel y la ternura, el suave fuego abrazador

Ese que te dice te amo, aunque muchas veces hayas caído y le hayas fallado a tu creador

El está para animarte, para levantarte y recordarte de que para ti no ha terminado el amor de DIOS

¡Que es eterno!

Y que para ti hoy y siempre está con compasión

Soy esa mirada fresca y tierna, ese que está para ti a partir de hoy

¡SOY EL QUE SOY!

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