VUELA ESTA CANCION

Hola familia. ¿Cómo estáis? Espero que bien y que disfrutéis de las fiestas. Como me gustaría estar ahí con vosotros. Ya sabéis que no ha sido posible que este año este ahí. Y no porque no la haya intentado. Mil formas y estratagemas he utilizado para poder escaparme de esta prisión del trabajo que me absorbe y atenaza. Aunque tampoco os preocupéis por mi porque tengo a Luna que me acompaña, mi querido y fiel compañero de soledad y silencios. Y alguien más, ahora os cuento.

Tengo que deciros algoque necesito vaciar, algo que quizás no entendáis y que posiblemente os va a chocar. Pero una vez lo sepáis aceptare la decisión que toméis sea cual sea.

Hace unos meses conocí a una chica. Se llama Lucía y como relata una canción estoy viviendo la más bella historia de amor que tuve y tendré. Si ya sé que no lo vais a entender, ya se que es un giro grande que doy a mi vida y que jamás os hubierais imaginado esto y sobre todo tan lejos de casa. Pero la vida te sitúa en primera línea de fuego.

Recuerdo cuando me decíais que alguna vez me llegaría el tiempo de volar. Pues creo que ha llegado. No se si ese vuelo será alto o bajo pero ha llegado.

Es posible como digo que no comprendáis mi decisión y que penséis que cometisteis conmigo algún error. Yo no lo considero así y es más cuando se tienen las cosas claras es muy fácil de entender, para quien emprende la aventura, pero tal vez muy complicado para quien la ve como mero espectador.

Cuando hace unos años papa y tu quisisteis emprender una nueva vida por separado yo fui quien primero aceptó vuestra decisión. Quien nunca os echó en cara romper la familia porque entendía que era una etapa que se cerraba y una nueva que se abría. Fui yo quien ayudó a mis hermanos a asimilar las circunstancias y quien luchó para que nos afectase lo menos posible.

Ahora aquí mientras os escribo, unas lágrimas manchan el papel en el que seguramente apreciareis el dolor y a la vez el coraje de daros esta noticia.

Quiero que entendáisque es mi vida la que quiero compartir con esa persona y que nada ni nadie va a hacerme cambiar de opinión. Que puede que me equivoque al igual que vosotros en su momento. Pero quiero equivocarme yo sola. Sin nadie que me ayude al error.

Seguramente cuando conozcáis a la persona con la quiero compartir el resto de mis días, descubráis que no solo existe lo material. Hay algo más, algo que posiblemente alguna vez os llegue en forma de sentimiento o también y ojala nunca sea así en forma de golpe.

Ahora para despedirme os quería recordar, y no como reproche, que jamás os he pedido nada extraordinario y que lo que he conseguido ha sido fruto de mi esfuerzo y mi trabajo. Pero no soy una persona desagradecida y reconozco que cuando erais jóvenes hicisteis un gran esfuerzo para que la familia pudiese salir adelante.

Un beso y un abrazo enorme de vuestra hija que os quiere y os va a querer siempre, Laura.