El cuerpo emite la pulsante gravedad de tener el corazón roto, de sentir, no aquello que se gozó si no aquello que nos hace sentir a el ser amado cerca generando punzadas de verdad en cada acto revelado, y sin embargo fluctuamos alrededor, revoloteando, regocijándonos como si de placer se tratara, somo si recordar una y otra vez lo que fue, nos hiciera mas fuertes, nos hiciera olvidar, nos hiciera valorarnos y dejar pasar por nuestra mente cada uno de los momentos vividos nos diera el valor para decir: ¡Basta!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS