Mira como el espacio se dilata
Como el tiempo se despliega
Este acordeón desafinado
que busca el abrazo y no atina
a cerrarse en su gemido.
Mira como pasaron las gaviotas de Rilke
hasta la última,
y mis brazos aún siguen abiertos
queriendo cambiar el curso de los vientos
bandeándolos como veleta rota, loca.
Mira como me alzo de puntillas
y no alcanzo a despegar en este relevé
carezco de las alas blancas de Rilke,
del peregrinaje de ti.
Estancada en el centro
en esta dilatación que me rodea
El mundo se expande, crece, escapa de mí
Y yo, como espantapájaros
los brazos tiesos
sin saber aún dónde yace mi escalera,

para bajarme de esta cruz.

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