me has hablado de tu cielo

No soy la excepción:

Una brizna de una generación que llora la anterior,

esa brizna soy hoy…

sin los paisajes ni las montañas cercanas:

aquellas de mi corazón,

las que almacenaron cada recuerdo

con sus perfumes y su arco iris.

Hoy te he visto racional y marchito,

convencido que tu elán pronto marchará

y que tu cuerpo cansado y lento

pronto no será más.

Hoy me has hablado de tu cielo,

ese abstracto que te da tranquilidad,

y que es como si fuera tu apaciguada espera,

como si ya estuvieras ahí.

No puedo evitar esta sensación dolorosa,

que me lleva hasta el cercano parque,

aquel donde en las noches te esperamos,

en esa lejana infancia.

La fábrica y el ruido de la hiladora y el telar,

tu risa y tus libaciones decembrinas,

«siervo sin tierra» y las dos únicas historias,

aquellas que te sabias…

Sí. Las de Leonardo y Miguel Angel.

Aprendimos a querernos sin decirlo,

y así nos quisimos y necesitamos.

Cuando suceda ese abstracto que inquieta,

mi corazón habrá perdido dos estrellas,

y mi razón entenderá que la ventana de thanatos

no es mas que una puerta en perspectiva.