Blaze! Capítulo 7

Capítulo 7 – Las oscuras tareas de Blaze – 9 minutos para el medio día.

Blaze corrió a la puerta principal del castillo del rey Bod, escuchando gritos de los pobladores, ¿qué estaba ocurriendo al interior de la ciudadela?

¿Qué rayos está pasando? –se preguntó Blaze, parada bajo el portal de la fortaleza real, siendo alcanzada casi un minuto después por el súbdito del rey, quien llegó jadeando por la súbita carrera de la atlética maga.

El collar comienza lentamente a aumentar de peso…

Hechicera, ¿acaso tú causaste este alboroto? –preguntó el delgado y mermado individuo.

¿Quién, yo? –respondió la joven, mientras sentía una poderosa presencia demoníaca cercana al griterío, sin percatarse del cambio del collar.

Ciertamente tenía que ver en tal escándalo. Mientras la presencia maligna zigzagueaba entre la gente, una tenue neblina de miasma comenzaba a cubrir las calles de la ciudadela. La gente ya no gritaba sólo por miedo, sino que también por dolor, ya que la niebla causaba gran escozor al contacto con la piel y ojos. Blaze ya había sentido esto anteriormente, para ser más exacto, hace un año atrás. La hechicera advirtió al súbdito del rey para que no le siguiera y le envió a advertir a los demás pobladores, para que se resguardaran de la tóxica bruma.

Ocho minutos para el mediodía.

Ya sé quién eres, pero es imposible, esto no puede estar pasando, tú no puedes tener tal cantidad de poder, no después de todo lo que hice hoy –rumiaba Blaze, corriendo hacia el miasma, para encontrar en su interior al causante del alboroto–. ¡Air Barrier!

El collar sigue aumentando de peso, pero Blaze está concentrada en otras cosas…

Y aquí estás… –dijo la muchacha, después de cruzar el pórtico de la ciudadela, detrás de unos árboles apostados al borde del camino.

Frente a la muchacha se mostraba una figura oscura y larga, una serpiente gigante de brillantes escamas negras en su lomo, color que se iba atenuando al acercarse a su abdomen, donde se tornaba en un violeta opaco, lugar en el cual se encontraban dos branquias abiertas (dispuestas a cada lado con respecto a su columna) que dejaban ver el pálido y lóbrego interior del ser, desde donde emergían dos alas completamente transparentes, parecidas a las de los murciélagos, además del ponzoñoso miasma. De la parte posterior de la cabeza del ofidio salían delgados y metálicos rayos dorados, parecidos a cortas raíces, que apuntaban hacia el cielo; mientras que sus vívidos ojos amarillos recordaban más a los de un gato que a los de un reptil.

Volvemos a encontrarnos, Blaze –saludó el demonio–. Nuevamente has incumplido tu contrato con nosotros.

Eso es mentira, dijiste que me quedaban cinco días y aún estamos en el cuarto, están cobrándome antes de tiempo.

Eso es cierto, pero también lo es el hecho de que estuviste fuera de tiempo usando la magia negra que te hemos dado –dijo la serpiente, refiriéndose al altercado con el kelpie–. Eso es un incumplimiento de contrato y lo sabes.

¡Maldición! –despotricó la maga, no había considerado que ese (ahora confirmado) viaje temporal pudiera influir en su actual situación.

Seis minutos para el mediodía.

El contrato que Blaze había adquirido con el amo del demonio decía que se le entregaría cierta cantidad de magia oscura para que la utilizase en lo que quisiese, con tal de que lo hiciera en una determinada cantidad de tiempo, que estaba calculado en base al total de la energía entregada. En el caso de que no gastase la magia en el tiempo dispuesto, [la totalidad o el remanente] sería asignada a un demonio “cobrador” y estaría obligada a luchar contra este, con tal de disipar el poder desperdiciado por la hechicera. Si la energía se gastase antes del tiempo dicho, sería renovada de inmediato y se reiniciaría la cuenta del tiempo de consumición.

Independiente de eso, no deberías tener tal cantidad de poder, me quedaba muy poco por gastar y tu presencia indica que posees más del doble del total de la energía que me entregaron –precisó Blaze.

¡Ah, eso! Digamos que es una especie de revancha, mis compañeros me ayudaron un poco para lograr esta cantidad de poder, no quieren volverme a ver igual de golpeado que el año pasado –expresó el demoníaco reptil sin tapujos, dejando entrever el enojo que tenía con Blaze por la golpiza que le propinó.

¿Revancha? Yo lo llamaría venganza y…

Cinco minutos para el mediodía.

Repentinamente, el collar incrementó su peso de manera brutal, haciendo que la muchacha perdiera el equilibrio por el imprevisto cambio. La serpiente observó el rostro de la maga y olfateó miedo.

Hasta aquí llegaron las formalidades, ¡comencemos! –declaró la impaciente serpiente, viendo la oportunidad de atacar.

Espera… –musitó Blaze, el collar había disminuido de tamaño y la estaba ahorcando, no podía respirar del todo bien.

¡Viscous Miasma! –gritó la serpiente, abriendo la boca y elevando sus blancos colmillos, disparando un fluido transparente y viscoso.

Blaze evitó el ataque por los pelos, ya que el peso del collar entorpecía sus movimientos. El fluido disparado impactó en un árbol, derritiendo su corteza. La maga se ocultó detrás de una gran roca para idear un plan de contraataque.

Aprovecharé la humedad de la neblina –pensó–. ¡Needle Storm!

El miasma se cristalizó formando pequeñas agujas de hielo tóxico, las que salieron rápidamente disparadas al cuerpo del demonio, atacando desde todas las direcciones. Sin embargo, no fueron capaces de dañarlo, sólo de distraerlo por un momento, quebrándose al entrar en contacto con sus duras escamas. Blaze aprovechó la distracción y se refugió en una gruesa rama de uno de los arboles del camino, a espaldas de su contrincante.

De nada servirá que te escondas, debes hacerme gastar esta energía de una forma u otra, si no quieres recibir mis ataques, quizás los pobladores de esta ciudad si –amenazó el demonio, buscando a la maga entre su propia neblina maligna, abriendo la boca para lanzar un ataque a las casas de la ciudadela–. ¡Darker Flames!

Llamas de profundo color negro cayeron sobre los tejados de las casas de los pobladores, reduciendo las construcciones a cenizas en segundos. Afortunadamente, estas estaban vacías desde la llegada del demonio. Blaze intentaba en vano retirar el collar de su cuello cuando este nuevamente aumentó de peso, colapsando y rompiendo la rama en la que se encontraba montada, haciéndole caer estrepitosamente al piso.

Tres minutos para el mediodía.

Ya veo, extraño artilugio con el que estabas lidiando desde el inicio de nuestro enfrentamiento –señaló el demonio al percatarse del collar–. ¿Qué es lo que hace, drenar tus poderes y fuerza?

No, sólo… aumenta de peso y… disminuye de tamaño si no… hago a tiempo lo… que la persona que me puso el collar… dictaminó, cosa poca… –respondió Blaze, con evidente dificultad para respirar y moverse, agarrando el collar con sus dos manos para que no aplastara su garganta.

La demoníaca serpiente hizo una pausa que para la hechicera fue eterna. La observó con malicia desde la altura, como si decidiese que hacer con ella, batiendo sus alas para alejar el miasma que les rodeaba.

Supongo que no queda otra opción, igualmente vas a morir por culpa del collar ese, tendré que acabar con tu vida y explicárselo a mi amo… Será difícil encontrar otro humano como tú que pueda recibir la cantidad de poder que recibes –explicó el demonio, aprontándose a atacar a la indefensa Blaze.

Un minuto para el mediodía.

El collar nuevamente redujo su tamaño, esta vez apretando de tal manera que hizo que la maga retirara sus manos, hundiéndose en la piel de su cuello y haciéndole sangrar.

Adiós, Blaze… ¡Sleeper’s yearning!

¡¿Qué?!, ¿Cómo se salvará Blaze de esta? Esto y mucho más en el próximo capítulo de BLAZE!

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